Revista América Latina

Desde Venezuela, Leopoldo Puchi: Enfoque.

Publicado el 17 mayo 2015 por Joseantoniomedina1234

Columnista lp - copiaFlash Rojo

SE ANUNCIÓ UN SACUDÓN pero no hubo nada, se desconoce qué pasó. De todos modos, nunca se supo en qué consistirían las medidas previstas.

Al parecer Nicolás Maduro había aprobado las líneas generales de un documento de un equipo económico que viene reuniéndose en Miraflores. Le entregaron la última versión al regreso de Cuba, pero con ciertas imprecisiones para su aplicación. ¿Un problema técnico? ¿Detalles? No ha habido explicación y la sensación que quedó fue de incoherencia.

LA DELINCUENCIA se ha desbordado y el Gobierno no da muestras de capacidad de dar respuestas al problema.

Policías asesinados para robarles el armamento, bandas que continúan actuando hasta con armas de guerra, hacinamiento en las cárceles, lentitud procesal en los tribunales, cuerpos policiales infiltrados y ya ni siquiera funcionan los cuadrantes. Se requiere un viraje, un relanzamiento.

DIFERENTES ENCUESTADORAS revelan un fuerte malestar con la gestión del Gobierno que se refleja en la inclinación hacia el  voto castigo, lo que favorecería a la oposición.

Hay un gran deseo de cambio en relación a las colas, la inflación y la  inseguridad. Es muy difícil que ese ambiente global no se refleje en los circuitos. No basta con la maquinaria, por lo que se tendría que generar, con hechos y mejoras, una nueva percepción antes de las elecciones.

Flash Negro

LAS CRÍTICAS A LA MISIÓN Vivienda han tomado un fuerte matiz segregacionista luego de los actos delictivos que han tenido lugar en algunos de sus desarrollos.

Hay sectores de la oposición que hablan como si la edificación de viviendas populares fuese causante de la inseguridad. ¿Qué se pretende, que no se hagan más viviendas? ¿Acaso los sectores pobres no tienen derecho a una casa? ¿Es la inseguridad una razón para negárselas? Claro, hay que combatir la delincuencia pero no tienen por qué cogerla con la vivienda de la gente humilde.

LA VIOLACIÓN DE LOS DERECHOS humanos en Baltimore, Estados Unidos, no puede ser excusa para que otros gobiernos transgredan esos principios.

Tampoco puede pretenderse que la policía y los tribunales de ese país se crucen de brazos frente a quienes quemaron vehículos o usaron armas de fuego. Por eso resulta incompresible que Washington proteja estos hechos cuando ocurren fuera de sus fronteras.

EN 1989 LAS PROTESTAS comenzaron en Alemania Oriental con la consigna “Queremos irnos”, posteriormente surgió el lema “Queremos quedarnos”. Quizás ese hecho inspiró a los asesores de Lorenzo Mendoza para estructurar su reciente mensaje.

En todo caso, se ha comenzado a explorar su nombre como opción política. Ahora, el error puede ser el mismo de todos estos años: confundir lo que ocurre en Venezuela con lo que pasaba detrás del muro de Berlín. A análisis errados, estrategias erradas.

Desde la Sala Situacional

La economía en el filo

“A la clase obrera venezolana le falta mucho para asumir la conducción económica de la Patria”. Esta sentencia de Nicolás Maduro en su discurso del primero de mayo no concuerda con los anuncios que se habían realizado días antes en el sentido de una “radicalización de la economía”, lo cual se había prestado a diversas interpretaciones.

Tal vez lo que a simple vista es una incongruencia, encuentre su explicación o racionalidad el cuadro más amplio del pulso geopolítico hemisférico, porque no luce como algo improvisado sino como una decisión calculada previamente.

LIMITACIONES

En todo caso, una radicalización sin definiciones claras no luce como el camino más aconsejable y, por otra parte, son bien conocidas desde hace muchísimo tiempo las limitaciones del movimiento obrero.

Esta es una realidad en torno a la cual nadie se ha hecho ilusiones. Guayana y las otras empresas públicas son su expresión. Así que es difícil pensar en un salto económico bien sea por la vía de la  generalización de las nacionalizaciones o del control obrero.

Puede avanzarse con próximas decisiones por este lado, pero no mucho, no hay condiciones para una acción de amplias dimensiones, sino para la extensión progresiva de la  participación de los trabajadores en los procesos de producción y distribución.

NAVAJA

Así que la economía venezolana -estrangulada por el descenso de los precios del petróleo, la deuda financiera y comercial, la sobrefacturación y los errores en las políticas económicas- continuará por un camino intermedio entre liberalizaciones de hecho de una lado y controles del otro, en particular en lo que se refiere a los procesos de abastecimiento, zona frágil de gran impacto social, hasta lograr nuevos equilibrios macroeconómicos, en términos de convergencia monetaria, precios, disciplina fiscal e incremento de la producción. Un filo de navaja que requiere eficiencia y destrezas.

ESCASEZ

En este contexto económico, en que se espera una reducción del PIB en torno al 5%, se realizarán las parlamentarias.

Del lado de la oposición estarán los problemas de la escasez y la inflación. Del lado del Gobierno jugará la utilización social de las divisas, en particular hacia el último trimestre del año, favoreciendo a las capas más desposeídas con bienes asequibles importados y dándole impulso a la producción de la pequeña y mediana empresa  con insumos a tasa preferencial.

DIÁLOGO

En estas circunstancias una convergencia monetaria se hará esperar y los resultados electorales serán cerrados. Lo sensato es crear desde ya las condiciones de estabilidad política que permitan decisiones, luego de las elecciones, que aceleren el cambio en las políticas monetarias y faciliten la creación de un marco más claro para impulsar la producción industrial y agrícola, lo que está en el interés de todos los venezolanos.

El Socialismo en la Historia

Elecciones

El Estado social de derecho surge como expresión del socialismo democrático al fusionarse el ideal político republicano con los proyectos de reforma social y transformación de la economía. La revolución de 1848 en Francia será su fecha de nacimiento. La confrontación de las diferentes clases sociales, su suelo y su abono. Las elecciones, el sufragio universal y la justicia social sus fundamentos. Terminaba así un período histórico en el que las doctrinas sociales y las reglas constitucionales andaban por separado.

Muchos exponentes de estos ideales imaginaron que del sufragio universal surgiría automáticamente un sistema económico alternativo al capitalismo, puesto que la inmensa mayoría de los electores hacía parte de las clases populares. Se pensó que el voto sería algo providencial y que el poder cambiaría su naturaleza de inmediato si emanaba del sufragio. Pero el mismo proceso iniciado en 1848, en el que los privilegiados habían sido inicialmente derribados, se encargó de desmentir esta premisa: en las elecciones de ese mismo año el pueblo votó contra “sus verdaderos intereses”, ganaron los partidos republicanos de las clases altas y perdieron los  reformadores y los socialistas.

En ese momento la fe en la democracia se resquebrajó entre los luchadores sociales. Unos optaron por desconocer la nueva Asamblea por considerar que la soberanía popular trascendía al acto electoral y reivindicaron el derecho a la insurgencia si los ideales de la República eran abandonados. Otros consideraron que era necesario respetar la voluntad de las urnas aunque por el momento no les fuera favorable. La realidad es que no existe infalibilidad del pueblo ni una voluntad general preestablecida, sino mayorías que se construyen en una compleja lucha de clases que se libra por medio de expectativas, percepciones y creencias. Ganar y perder.  elepuchi @gmail.com Colaboración especial para LatinPress®. http://www.latinpress.es


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