Revista América Latina

Desde Venezuela, Leopoldo Puchi: Enfoque.

Publicado el 08 agosto 2015 por Joseantoniomedina1234

Columnista lp - copiaFlash Rojo.

SI LA SUPERINTENDENCIA Agroalimentaria toma una decisión y al rato la cambia, es obvio que hay un desorden, que se hacen las cosas sin pensar y sin planificación. Ese es el punto clave que afecta al Gobierno y no tanto los controles en sí mismos, que pueden ser útiles si son delimitados y sin exageraciones.

ASÍ COMO LA DIRIGENCIA del Psuv cometió un error de apreciación al “subestimar la participación del pueblo” en las primarias, ahora puede cometer el error inverso, al confundir la movilización interna con las elecciones nacionales en la que los resultados dependerán de la participación espontánea. Decide la política y no solo la maquinaria.

Flash Negro

LUIS ALMAGRO ENSEÑÓ las cartas antes de tiempo, puesto que se estimaba que entraría en conflicto con el gobierno venezolano más cerca del día de las votaciones y que haría un intento previo por involucrar a la OEA en las elecciones. Se precipitó, tomó partido y ahora perdió la oportunidad de actuar como mediador.

UN DÍA MARIANO RAJOY despotrica del gobierno venezolano, al otro día le responde Nicolás Maduro. Así pasan los meses, con las correspondientes convocatorias de embajadores. Tal vez España pudiera aceptar un acuerdo para que lo que se tenga que decir se haga por una vía discreta, diplomática.

Desde la Sala Situacional

Coexistir y confrontar

En la Asamblea Nacional se aprobó un acuerdo sobre el Esequibo  con el voto de todos los partidos. No son frecuentes esas votaciones unánimes, salvo los reconocimientos a personas fallecidas o a artistas y deportistas galardonados. Lo ocurrido es una muestra de que fuerzas políticas contrapuestas pueden coexistir y en algunos casos coincidir para garantizar la existencia de la nación y su Estado.

Ahora bien, para que las políticas de consenso puedan rendir todas sus potencialidades hay que comenzar por poner los pies sobre la tierra y reconocer sus límites.

Es una senda que se puede trabajar si se aborda con realismo y sin pensar que el país va a marchar “agarradito de las manos”. Después de todo, la democracia se desvanece si se ignora que ella misma se forja en la lucha por el poder entre intereses sociales y políticos diversos.

El diálogo para que sea útil y trascendente debe concebirse más allá de lo coyuntural.

El caso del Esequibo es una muestra de esto, porque se trata de un asunto estratégico. Del mismo modo, el diálogo debe servir para demarcar las coordenadas de largo plazo, veinte o treinta años, en las que se enfrentarán y alternarán las fuerzas en pugna.

Un buen punto de partida para ello sería la constatación  de que ninguno de los bloques dispone de la fuerza necesaria para instrumentar su “programa máximo” respectivo. Y, además, no se avizora la desaparición de ninguno, gane quien gane futuras elecciones.

En cuanto a las políticas públicas inmediatas, puede pensarse en acuerdos en materia económica con el sector privado. Pero, en general, no hay por qué esperar consensos entre fuerzas políticas, y menos en período electoral. Por su naturaleza, le corresponde al Gobierno fijar las políticas. El diálogo es necesario pero no debe confundirse con pactos bipartidistas.

El Socialismo en la Historia

Ahora el Reino Unido

Primero fue Madrid y Atenas, ahora es el turno de Londres que despierta sorprendida por el avance de Jeremy Corbyn, líder de la izquierda del Partido Laborista, opuesto al desmantelamiento del Estado de Bienestar, a la austeridad y al deslizamiento de su partido hacia las políticas conservadoras. La rebelión de las bases es profunda y Corbyn puede convertirse en el candidato del laborismo para primer ministro del Reino Unido.

Las alarmas se han encendido del lado de la derecha laborista. Los banqueros financistas del partido amenazan con cerrar las contribuciones; se ha recurrido al viejo expediente de acusarlo de comunista y Tony Blair, con las manos en la cabeza, utiliza su peso y su maquinaria para detener el viraje.

Los recortes sociales y los sufrimientos de la juventud están en la base de este ascenso descollante. También está la tradición de luchas de los  trabajadores y el pensamiento de izquierda en que se asienta la historia del partido: el ideal socialista de sus fundadores, Keir Harder y Ramsay MacDonald; las nacionalizaciones de Clement Attlee y sus leyes de protección social; el sistema universal de salud de Aneurin Bevan; las luchas y desafíos de Tony Benn. Un legado que reverdece. elepuchi @gmail.com Colaboración especial para LatinPress®. http://www.latinpress.es


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