El desempleo juvenil (entre 16 y 30 años) es muy elevado en España, especialmente entre los más jóvenes, en el rango 16-19 hay un 74% de desempleo, lo que demuestra una correlación paro-edad, en el desempleo juvenil. Antes de la crisis España ya tenia un paro juvenil mayor de la media comunitaria, pero tras esta, la diferencia aumenta y se posiciona en segundo lugar tras Grecia. Entre los jóvenes la diferencia entre sexos son limitadas debido, entre otras cosas, a que la diferencia en la formación es casi nula. El éxito es mayor cuanto mayor es la cualificación, debido a que con la poca demanda de trabajo, las empresas contratan a los mejor cualificados, esto genera que actualmente existan problemas de sobrecualificación en muchos puestos de trabajo; también existen un grupo de jóvenes conocidos como ni-ni, que ni estudian ni trabajan, que también hace que estén prácticamente al margen del mercado laboral.
Las causas de este gran problema para la sociedad son muchas y diversas, y las podemos separar en coyunturales y estructurales. Las causas coyunturales son la escasez de demanda por parte del sector privado (las empresas) debido a la crisis actual y la creciente desigualdad social, que hace muchas personas vean mermadas la posibilidad de formarse adecuadamente para el puesto que ellos desean. Entre las causas estructurales podemos encontrar el fracaso escolar que se da en España esto genera una formación deficiente, en idiomas, también es importante la poca formación en FP; la falta de experiencia laboral hace que se prefiera contratar a alguien mayor y con mayor experiencia para no tener que enseñarlo a hacer el trabajo, el bajo emprendimiento de los jóvenes españoles, aunque esto cada vez es menor, era mucho mas acentuado hace unos 20 años.
Actualmente en España se están llevando a cabo unas políticas de generación de empleo juvenil que no son para nada efectivas, a la vista están los resultados. Se está produciendo, por el lado de la demanda, a través de las ultimas reformas laborales una flexibilización del empleo que hace que se produzca un abaratamiento en la contratación, esta medida ademas de restar derechos a lo trabajadores, no es suficiente, ya que no se traduce en mayor numero de empleos. La estrategia no esta orientada este lado, sino especialmente en el lado de a oferta, donde la formación de los jóvenes tiene muchos recursos, a pesar de que en muchas ocasiones no son eficientes, debido entre otras cosas a la falta de supervisión que existe, tanto en cursos de formación , como en practicas en empresas, lo que hace que los estudiantes no aprendan realmente el oficio. Existen alternativas a estas medidas, como la implantación de El Trabajo Garantizado (TG), recientemente defendido por el economista español Eduardo Garzón, que explica que el estado podría ofertar una “bolsa” de trabajo púbica con un salario fijo establecido en el salario mínima, esto sustituiría a la prestación por desempleo, y podría acceder cualquier ciudadano que quiera trabajar. Es anticíclica pues cuando el sector privado no oferta suficiente trabajo lo hace el sector publico, y viceversa; hace que no disminuya la demanda agregada.