Articulo publicado en el portal Las2Orillas el dia 13 de Noviembre de 2015 Desempleo Juvenil, un paradero obligado en Colombia
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Actualmente, el desempleo es uno de los problemas que mayor pesadumbre origina en la sociedad. Entiéndase como desempleo la " situación del grupo de personas en edad de trabajar que en la actualidad no tienen empleo y han buscado trabajo durante un periodo determinado ", y este problema macroeconómico, si así lo podemos llamar, afecta claramente a Colombia y a los jóvenes.
En el país, según la Ley 1622 de 2013, la juventud se define como el grupo comprendido entre los 14 y 28 años de edad. Esta población cuenta con más de 12.5 millones de personas; es decir, la cuarta parte del total de los colombianos, una proporción realmente grande y carente de políticas públicas claras.
Una mirada al mundo del trabajo y su relación con la juventud demuestra la inquietante contradicción entre las expectativas de vida de los jóvenes y la realidad socioeconómica que la mayoría tendemos a soportar, ocurriendo una extraña paradoja: los jóvenes están desempleados porque tienen poca formación o están sobreperfilados y las empresas no cuentan con los estándares salariares y de crecimiento profesional para estas personas.
Según la Gran Encuesta Integrada de Hogares, Geih, del departamento Administrativo Nacional de Estadistica (Dane), el desempleo en los jóvenes fue de 15,7 % en el trimestre móvil de julio a septiembre de 2015.
Esta situación refleja, en cierto sentido, las dificultades a las que se enfrentan los jóvenes a la hora de buscar trabajo e iniciar su vida laboral. De igual manera, expresa la actitud política desinteresada de los gobiernos por reconocer el problema social y encontrar alternativas decentes e integrales al mismo.
La falta de oportunidades para la juventud profundiza la pobreza y la desigualdad social, así como también se convierte en el caldo de cultivo para que afloren múltiples problemas de índole social.
En términos generales, ser joven hoy es asumir sin preocupación y desventaja, el fenómeno del desempleo y la informalidad laboral. Es por ello que los jóvenes de los barrios más pobres de ciudades como Bucaramanga se están integrando a pandillas y a los parches por falta de empleo y oportunidades laborales.
Un país que no reconoce en la juventud una posibilidad de futuro y esperanza, es un país destinado al atraso.
En este sentido, el desempleo juvenil y la informalidad laboral deben ser asuntos de primer orden en la agenda pública, lo cual implica discutir y transformar la política económica y juvenil con los actores directamente afectados, así mismo brindar más atención para derrotar el desaliento y la frustración de la informalidad disfrazada de "emprendimiento juvenil" es una condición necesaria para lograr la inclusión de la juventud a la vida económica-productiva nacional.
En síntesis, apostar por un país mejor compromete a la juventud y al trabajo decente como una oportunidad de futuro. Debido al volumen representativo y las necesidades particulares de los jóvenes, es importante generar acciones públicas e inversiones enfocadas directamente a este segmento, desde los ámbitos social, educativo y por supuesto laboral.