A pesar de que el pestazo es cada vez más insoportable y el clamor de protesta cada vez mayor, cada día estamos más cerca de reinstaurar el nacional-catolicismo, y cada vez está más claro que estamos bajo el férreo control de una pandilla de chorizos de la peor calaña.
Estos días no nos queda más remedio que escuchar barbaridades sin descanso gracias a la campaña de las elecciones en Andalucía, pero lo que es ya insoportable es lo que sale de la boca de Rajoy cada vez que la abre. ¿Cómo puede decir que en el 2014 se crearon más de 450.000 puestos de trabajo cuando la tasa de paro solo cayó unas centésimas?, probablemente sea cierto que se crearon esos puestos de trabajo, pero Rajoy no menciona los puestos de trabajo que se destruyeron en el mismo periodo, destrucción de puestos de trabajo que todavía no ha cesado y que es el principal impedimento para que el nivel de empleo se recupere a mayor ritmo que el exasperantemente lento de la actualidad.
¿Cómo se puede decir que el PP es el único que garantiza la recuperación de la economía y la estabilidad cuando de lo único que es garantía el gobierno Rajoy es de inoperancia y de aplicación obediente de las normas Merkel sin defender en lo más mínimo los intereses de la ciudadanía?.
Cada vez que Rajoy habla de lo bien que nos va debe haber en toda España una verdadera explosión de dolores de estómago y cabreos mayúsculos entre los muchos españoles que todavía lo están pasando muy mal.
Mientras, continúa la verdadera orgía de nuestra Oligarquía con la Justicia, manoseándola, adaptándola a sus intereses, dictando órdenes por encima de normas y leyes. Los que se pasan el día diciendo que las leyes están para ser cumplidas no les dan más importancia que lo bien que quedan los libros de leyes en sus estanterías, mientras ellos, después de apropiarse de las decisiones de los Altos Tribunales para asegurarse que no va a haber vía de escape alguna a sus dictados, y de haber demostrado hasta la saciedad que el juez que desobedece al Régimen ve su carrera truncada, pueden permitirse el lujo de hacer que oficialmente no haya ocurrido nada cuando su futura candidata a la alcaldía de Madrid huye de la policía como vulgar delincuente, o que no paren de crear dificultades al club de futbol que menos les gusta con un procedimiento que bate todos los records de velocidad de la Justicia española y que a cualquiera que valore mínimamente las normas legales, la decencia y tenga un mínimo de vergüenza seguro que le provoca una importante vomitona, o que protejan la inversión de una empresa privada haciendo pagar a los ciudadanos el coste de sus fracasos, o que después que su partido ha actuado totalmente al margen de leyes y normas fiscales, ahora resulte que todo era legal porque no son un partido sino una entidad de beneficencia, y un larguísimo etcétera de las mayores sinvergonzadas que pueden darse en un país de ínfima categoría.
Os recomiendo hacer clic en el siguiente link para conocer la opinión de Iñaki Gabilondo sobre la mafia que nos controla.
http://blogs.elpais.com/la-voz-de-inaki/2015/03/pp-defraudador-de-impuestos.html
Como catalán estoy de España hasta aquel nivel que se vuelve insoportable. Estoy más que harto de insultos, difamaciones, tergiversaciones y nula inteligencia para intentar evitar el choque con el independentismo que tendrá graves consecuencias para todos, y que son elementos cotidianos en toda la prensa de Madrid y absolutamente fuera de toda medida del normal funcionamiento mental en la caverna mediática que forma la mayoría de la prensa de la capital.
En El País, el que hace tiempo fue el mejor periódico de España y hoy ha quedado reducido a una mala copia de El Mundo, publicó el pasado miércoles 18 un artículo que adjunto firmado por el impresentable Francesc de Carreras, titulado “El Caso Ciudadanos”. No voy a extenderme en mi comentario ya que basta con leerlo, porque resulta que después de las inmensas barbaridades que sobre Catalunya se han inventado los medios de Madrid, los españoles no conocían a Ciudadanos porque en Catalunya la prensa está intervenida por el independentismo y en el resto de España es libre, y hasta que se han presentado en la parte libre del país no han sido conocidos. De todas las mentiras, barbaridades y estupideces que aparecen en este inmenso rebuzno hay dos, que precisamente son la principal base de su crítica, que no solo son inmensas falsedades, además son de una vileza extrema. Primero decir que La Vanguardia no publicó nada importante de Ciudadanos hasta una entrevista a Rivera en el 2013 es simplemente falso, incluso me atrevería a afirmar que han informado bastantes más veces de Ciudadanos que de la CUP que es independentista, pero además, la segunda mentira, dar la imagen o siquiera insinuar que La Vanguardia es de tendencia independentista es de una bajeza máxima, en ella escriben regularmente autores como Zarzalejos muy contrarios al independentismo, y el mismo Carreras publicaba regularmente artículos, aunque quizás ya no lo hace, pero no creo que lo hayan echado, cosa que si han hecho con autores que según la dirección del diario se pasaron en sus comentarios independentistas como Sanchez Piñol.
En fin, en Madrid y en general la reacción contra el independentismo catalán es de lo más burro, absurdo, estúpido y falto totalmente de inteligencia que pueda existir. Solo saben dar palos reales o inventados, de todo tipo y aprovechando todas las oportunidades, que lo único que consiguen es fomentar o mantener el independentismo y alejarnos cada día más de una solución civilizada.
¡¡Con lo fácil que habría sido copiar la solución británica del problema de Escocia!!, no inventarse inexistentes razones legales para no hacer lo mismo, es decir autorizar el referéndum por el gobierno y el Parlamento, establecer una fecha para el referéndum con tiempo suficiente para convencer a los catalanes que su mejor alternativa era el no, objetivo relativamente fácil de conseguir porque solo con dejar de hacer idioteces con Catalunya el independentismo empezaría a remitir hasta volver a la situación pre-Aznar cuando los independentistas solo necesitaban dos autobuses para desplazarse, y les sobraba espacio. ¿Nadie se ha dado cuenta todavía en Madrid que a pesar de lo desastrosamente mal que lo han hecho Mas y Junqueras el independentismo sigue pero que muy vivo?, y en vez de dar saltos de alegría por una desaceleración del proceso deberían preocuparse por la siguiente ola, que después de un retroceso siempre es más grande.
Pero no, los españoles son así (no me considero incluido porque soy catalán), cuando se enfrentan a un serio problema, en vez de estrujarse la cabeza para solucionarlo de forma inteligente, si su posición es de inferioridad (ver Merkel) se callan, pero si están en una posición de fuerza se ponen a dar cabezazos a diestro y siniestro, golpear de la forma más dura por todos los medios posibles sobre la razón del problema hasta que el tema estalla, después recogen los trozos y vuelta a empezar, porque los españoles jamás han aprendido nada de su historia plagada de grandes cagadas. Ni era ni soy independentista porque creo que todos saldremos perdiendo, pero ya estoy muy cerca de que desde Madrid me acaben de convencer de que, si algún día puedo votarla, lo haga por la independencia. Y si lo hago, será porque España es un país desesperante, capaz de acabar con la paciencia de Job.
Si el mundo pudiese recortarse como si fuese un mapa y se pudiese cortar y pegar, recortaba a Cataluña y la pegaba entre los cantones Suizos, y me olvidaba de España para siempre. ¡Lo tranquilo que iba a estar sin insultos ni estupideces y solo con la exigencia de hacer las cosas bien!.