MALABO, julio 1.—La Unión Africana (UA) decidió este viernes en la capital de Guinea Ecuatorial, durante la 17 cumbre del organismo regional, que sus miembros no ejecutarían la orden de detención emitida por la Corte Penal Internacional contra el líder libio Muammar al-Gaddafi.
En una resolución, la UA «decide que los Estados miembros no cooperarán en la ejecución de la orden de detención» contra Gaddafi y pide al Consejo de Seguridad «aplicar las disposiciones para anular el juicio de la CPI sobre Libia».
El organismo panafricano considera que la orden de detención «complica seriamente los esfuerzos destinados a hallar una solución política negociada a la crisis en Libia y a tratar los temas de impunidad y de reconciliación para tomar en cuenta el interés mutuo de las partes concernidas».
El presidente de la comisión de la UA, Jean Ping, ya había comentado que «la CPI llega siempre en un momento inadecuado, para añadir leña al fuego. Estamos acostumbrados a ello. Complica la situación».
Los Jefes de Estado y de Gobierno africanos también acordaron que Gaddafi debe descartarse de cualquier negociación de la crisis en esa nación, indicó el Comisario de Paz y Seguridad de la UA, Ramtan Lamamra.
El comité mediador, integrado por Sudáfrica, Congo, Mali, Uganda y Mauritania, presentarán el documento al Gobierno libio y al Consejo Nacional de Transición.
Aunque la resolución final de la UA aún no estaba disponible este viernes, trascendió en la reunión que propone un alto al fuego inmediato, el acceso a apoyo humanitario por parte de la población libia, y una transición con elecciones democráticas.
También se acordó una transición consensual e inclusiva, en la que todas las partes, incluido el líder libio, deben estar de acuerdo.
Desde Moscú, el ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Alain Juppé, quien se reunión con su homólogo ruso, Serguei Lavrov, aseguró que París confirmó a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y al Consejo de Seguridad de la ONU, que había suministrado armas a los rebeldes libios.
Juppé defendió la interpretación francesa de la Resolución 1973 del Consejo de Seguridad, que a su juicio sí permiten armar a los opositores, pues el texto autoriza el uso de la fuerza y la adopción de todas las medidas necesarias para «proteger civiles, con lo que Rusia no está de acuerdo.
Mientras, desde Libia trascendió que ataques con cohetes de las fuerzas gubernamentales obligaron este viernes a los opositores armados a retroceder cuando se encontraban a menos de 80 kilómetros de la fortaleza de Muammar al-Gaddafi en esta capital.
Según la agencia oficial Jana, por segundo día consecutivo, los irregulares se retiraron ante la potencia de fuego del ejército.
La defensa de Sirte, ciudad natal del líder libio ubicada a casi a medio camino entre Trípoli y Bengazi, fue mucho más efectiva de lo imaginado por los insurrectos.
Desde el pasado domingo los insurgentes tratan de controlar esta ciudad confiados en el apoyo de bombarderos de la Alianza Atlántica en la costa este y oeste de Libia, señaló Jana.
*Foto: AP