Revista Medio Ambiente
Han bastado un par de días de calor para que la nieve que aun permanecía en las cumbres de la Cordillera Cantábrica se derritiera. Este deshielo acelerado ha formado gran cantidad de torrenteras que bajan con fuera por las laderas. En el valle del Huerna, las vegas por encima de Tuiza ya se han descubierto totalmente, e incluso en muchas de las cumbres de los alrededores ya sólo quedan unas pocas manchas blancas como recuerdo de las nevadas de hace poco menos de un mes.
La mayoría de estos torrentes, que ahora fluyen caudalosos ladera abajo en medio de los prados, se secarán en unos pocos días, no quedando de ellos nada más que algunas rocas arrastradas por la fuerza del agua.
En las vegas altas, como la de Candioches, a los pies de Peña Ubiña, ya no queda ni rastro de nieve, y las camperas que hasta hace unos días completamente cubiertas, se han llenado de narcisos amarillos, que brotan por todas partes.
Y en algunas vegas, la nieve acumulada en pequeñas hondonadas ha dado lugar a charcas temporales, que rápidamente se han cubierto de plantas acuáticas, como los ranúnculos acuáticos que llenan de flores blancas la lámina de agua. Han bastado unos pocos días para que el aspecto de la montaña cambie completamente.
Aquí arriba todo transcurre mucho más rápido, las collalbas y bisbitas ya están haciendo los nidos y las ranas temporarias ya han puesto sus huevos en las charcas. No hay tiempo que perder porque dentro de unos pocos meses volverá a caer la nieve y todo se detendrá hasta la próxima primavera.
NOTA: como siempre, pinchad en las fotos para verlas a mayor tamaño.