Las llamadas metodologías de diseño centrado en el usuario son una forma emergente de innovar y de resolver desafíos en el seno de las empresas. De qué se trata y qué puede aportar.
Probablemente haya escuchado hablar de Design Thinking. Tal vez, llegó a preguntar o a leer de qué se trataba e incluso es probable que lo haya considerado un tema estratégico, aunque muy de largo plazo y para cuando no haya tantos temas urgentes que atender. En ese caso, puede que este sea el momento de darle una segunda oportunidad. Para eso, Multitaskers consultó a Martín Zabaleta, director de Insitum y consultor en innovación, especializado en el liderazgo de proyectos estratégicos a través de metodologías de diseño centrado en el usuario, tal la definición de Design Thinking.
Graduado de la carrera de Diseño Industrial de la Universidad de Buenos Aires, Zabaleta recibió el título de Master of Design (MDes) del Institute of Design (IIT), con especialización en Innovación y Design Planning. Antes de regresar a la Argentina para fundar Insitum, el ejecutivo trabajó en IDEO, una consultora líder en el segmento de la innovación, con sede en Palo Alto, California; y en Motorola Mobility, en la ciudad de Chicago. Además, recibió múltiples premios por su trabajo por el que combina ideas, teorías, herramientas y métodos provenientes de la antropología, el diseño y la estrategia de negocios.
¿Cómo definiría Design Thinking?
Es una herramienta competitiva que favorece el desarrollo de la innovación. Consiste en un conjunto de prácticas y principios basados en la metodología y el enfoque del diseño que se utilizan para resolver, de manera creativa, problemas o desafíos en los negocios y en la sociedad.
¿Cómo se pone en práctica?
El Design Thinking comienza con una comprensión profunda del comportamiento humano con el objetivo de identificar necesidades latentes y oportunidades de innovación, para luego desarrollar soluciones viables a través de un proceso divergente-convergente basado en la experimentación. Los equipos de trabajo combinan especialistas de distintas disciplinas: Ciencias Humanas, Diseño, Ingeniería y Negocios, entre otras. En el Design Thinking l as capacidades y las actitudes individuales (como la empatía, la creatividad y la apertura) importan tanto como la técnica.
¿Cómo podría una pyme utilizarlo? ¿En qué áreas?
Al tratarse de un conjunto de prácticas y principios utilizados para la resolución de problemas, el Design Thinking es sumamente versátil y puede aplicarse a prácticamente todo tipo de desafío que enfrenta una pyme, tanto externo (desarrollar un nuevo producto o servicio) como interno (desarrollar una nueva estrategia de comunicación interna). En ese sentido, el Design Thinking es relevante para todas las áreas de la empresa. Es más, los proyectos que utilizan este enfoque se benefician considerablemente con el aporte de diferentes puntos de vista que cada área suele representar.
En las pymes, los dueños suelen realizar todas las tareas: desde controlar la producción hasta conseguir nuevos clientes. ¿Es esto una barrera para el DT?
No, en absoluto. Esta multiplicidad de roles que cumplen los dueños de muchas pymes no es en sí una barrera. Las verdaderas barreras para el Design Thinking tienen que ver principalmente con ciertas características de la cultura interna de la empresa (donde los dueños sí tienen influencia y responsabilidad): aversión a la toma de riesgos, poca colaboración y trabajo en equipo, penalización por cometer errores y estructuras jerárquicas que desalientan el intercambio de ideas, entre otras.
Gracias a la diversidad de tareas que realizan, los dueños suelen tener una visión completa de las necesidades y desafíos de la empresa. Esto podría ser un factor positivo en el contexto de proyectos de Design Thinking ya que les permitiría ejercer el rol de integrador en el contexto de proyectos de Design Thinking, siempre y cuando se fomente el trabajo en equipo, se permita que todos aporten ideas y opiniones libremente, se aliente la toma de riesgo y se celebren los errores como parte de un proceso de aprendizaje.
Está claro que la innovación es clave para las grandes empresas ¿también para las pymes?
La innovación es un imperativo para cualquier tipo de organización que busque crecer, mantenerse relevante y generar impacto positivo -tanto en los negocios como en la sociedad. Hoy en día no innovar ha dejado de ser una opción. Para las pymes en particular, innovar es fundamental: al contar con recursos limitados y contextos de alta competencia, el margen de error es mucho menor al de las grandes empresas.
Lo positivo para las pymes es que la oportunidad que se les presenta a la hora de innovar es inmejorable ya que cuentan con mucho espacio de crecimiento y mejora a futuro. Además, las pymes cuentan con la ventaja de ser más ágiles que las grandes empresas, ya que cuentan con estructuras y procesos mucho más flexibles y adaptables.
¿Podría mencionar algún caso concreto de aplicación de esta metodología en el país?
Desde hace más de 10 años, en Insitum venimos trabajando con empresas privadas (start-ups, pymes y grandes empresas), instituciones públicas y organizaciones sin fines de lucro de Latinoamérica en diversos desafíos de innovación, para un amplio rango de industrias, a través de la aplicación de metodologías de Design Thinking.
En la Argentina, por ejemplo, Insitum ha venido colaborando con Farmacity en diversos proyectos estratégicos de innovación, incluyendo el diseño de experiencia, propuesta de valor y definición de marca para el nuevo concepto de tiendas Simplicity. También desarrollamos la nueva estrategia de marcas propias de Farmacity, para la que se generó un nuevo porfolio de marcas y se definió el posicionamiento y diseño de cada una ellas. La nueva estrategia ha logrado mejorar la percepción de los consumidores respecto de las marcas de Farmacity con el consecuente incremento en los resultados del negocio.
Fuente https://www.amexcorporate.com.ar/multitaskers/entrevistas/design-thinking-que-es-y-como-puede-aplicarse-a-las-pymes