Revista Economía

Desigual, la empresa del millonario invisible

Publicado el 24 enero 2012 por Quim @Quim_Marques
Desigual, la empresa del millonario invisible En medio de la vorágine de malos datos empresariales referidos al pasado ejercicio es de agradecer que algunas compañías se destaquen por lo contrario. Es el caso de la marca de moda Desigual para la cual 2001 fue un año de crecimiento, logrando una facturación de 560 millones de euros, un 28,7% superior a la del año anterior.
Mejor deberíamos decir un año de crecimiento más ya que desde 2006 no cesa de crecer. En aquel año su negocio ascendió a 85 millones, un año después fueron 130 millones. En 2009 ya se lograron alcanzar los 300 millones y en 2010 se superaron los 435 millones. Este ejercicio esperan superar los 670 millones.
Como se puede constatar es otro claro ejemplo de caso de éxito español en el sector de la distribución textil. Una más de las empresas españolas que triunfan por el mundo. Tras Inditex, Mango, Pronovias o CustoBarcelona, esta empresa, propiedad de un suizo afincado en España desde hace un cuarto de siglo, Thomas Meyer, está lanzada al crecimiento internacional desde mediados de la pasada década cuando tomo la dirección general de la compañía Manel Adell Domingo.
Adell es algo más que un ejecutivo aguerrido. De hecho es socio de la empresa, con un 30%. Meyer lo conoció en 2002 navegando por el Mediterráneo y lo acabó fichando para que reorganizara la sociedad.
La aventura empresarial de Meyer se gestó en una Ibiza de hippies, isla donde el suizo había recalado en 1984 y que no abandonaría nunca más. De hecho a día de hoy, los headquarters están en Barcelona para que Meyer pueda desplazarse a la isla blanca en un periquete.
Tras el auge de los primeros años con unos diseños que apostaban por el patchwork vinieron años de crisis y una difícil suspensión de pagos, pero Meyer consiguió sacar adelante la compañía, que poco a poco fue consolidándose en el mercado pero fue la llegada de Manel Adell el revulsivo que necesitaba la compañía para lanzarse al mercado internacional.
Esa ha sido la tabla de salvación ya que el mercado español representa solamente el 30% del total del negocio de Desigual. De hecho, en 2011 España aportó la misma facturación que en 2010: 173 millones, lo que habla del estancamiento de este país y la caída del consumo. El 70% de las ventas se concentran, además de España, en Alemania, Francia e Italia.
La gestión de Adell al frente de Desigual se ha basado, junto a la internacionalización de la marca, en no recurrir a financiación bancaria, lo que él denomina ‘política de deuda cero’ (se refiere a la deuda neta).
Adell (Barcelona, 1961) que en la actualidad es consejero delegado, inició su trayectoria laboral en Agrolimen, donde permaneció hasta que, en 1989, fue nombrado director de marketing de CadburySchweppes. Entre 1995 y 2001, Adell ocupó la dirección de expansión de Bang&Olufsen, un cargo en el cual fue responsable de 35 países. Licenciado en Ciencias Empresariales por Esade, completó su formación académica en las universidades de Berkeley (California), Laussane (Suiza) y Standford (California). Antes de entrar en Desigual había sido socio fundador de la empresa tecnológica Starlab que desde el Observatorio Fabra de Barcelona trabajaba en proyectos de la Agencia Espacial Europea.
El grupo cuenta con 22 filiales en todo el mundo que en total representan 252 tiendas propias, 1.700 corners, presencia en 7.000 puntos multimarca de medio centenar de países y 25 puntos de venta en los principales aeropuertos del mundo.. A finales de 2011 disponía de una plantilla de 3.500 empleados, 800 más que en 2010. El crecimiento ha sido espectacular si tenemos en cuenta que en 2002 la empresa contaba con 60 personas y facturaba ocho millones.
En 2012 el grupo piensa incorporar un millar de empleados más e incorporar unas 60 tiendas más a la red principalmente en Europa. Será el año de China para ellos ya que abrirán su primera tienda en ese país, en Shanghái concretamente. De hecho, el mercado asiático será su gran apuesta para este año. Esperan pasar de facturar siete millones en 2011 a superar los 20 millones en 2012 (en los mercados de Japón y Singapur).
Como multinacional de la moda que es empieza a caminar por la diversificación. En 2011 experimentaron por primera vez con el calzado. Lo siguiente será una línea para el hogar bajo la marca 'Desigual Living', para este otoño. Después programan el lanzamiento de una fragancia para el próximo año.
Las inversiones más cercanas se concentran en la inauguración de su nueva sede en el Port Vell de Barcelona, junto al hotel W (Vela) a finales de año. La nueva sede, de 20.000 m2, acogerá a más de 800 empleados de 40 nacionalidades.
Además, está prevista la inversión de 150 millones en una nueva plataforma logística (90.000 m2) en Viladecans (Barcelona), que cuadriplica el tamaño de la actual. Está previsto iniciar las obras entre finales de este año y principios de 2013 para que pueda estar operativa en 2014.
Luces y sombras
Junto a las luces, Desigual también tiene sombras. De hecho, su presidente fundador es una personanada dada a prodigarse en los medios hasta el punto que nunca ha concedido una entrevista ni se ha dejado hacer ninguna foto siguiendo la trayectoria que durante años mantuvo Amancio Ortega, dueño del grupo Inditex. Le gusta la imagen de millonario invisible.
Son conocidas las desavenencias con algunos competidores como Custo Barcelona (Blue Tower SL) que amenazó hace cerca de cuatro años con denunciar a Desigual por plagio. Los Dalmau (Custodio y David) estaban convencidos que los diseñadores de Desigual (con Meyer al frente) copiaban sus creaciones. Ambos basan su crecimiento en las camisetas y el grafismo junto al uso del patchwork en las prendas de abrigo.
Otro de los errores de Meyer fue contratar, a mediados de la pasada década, al diseñador José Castro, una de las estrellas emergentes a nivel mundial de la moda española, para potenciar la imagen de Desigual en los mercados internacionales. Dos años después el gallego abandonó el proyecto para desarrollar sus diseños en Inditex.
Uno de los últimos abandonos que ha tenido Desigual ha sido muy sonado. Se trata Christian Meyer, el hermano menor de Thomas, responsable de la expansión del grupo hasta el año pasado. Las desavenencia sobre la estrategia de crecimiento de la firma hicieron que el menor de los Meyer (permanece en la compañía otro de los hermanos, Daniel) emprenda una nueva aventura empresariallejos del paraguas de Desigual.

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