Pascual Serrano, periodista, ha escrito un libro que debería estar en la estantería de todos los hogares y ser estudiado a fondo en colegios, institutos y universidades para prevenirnos de las falsas informaciones que de forma continua y manipuladora, los medios de comunicación de forma continuada y abierta, sin reparos y bajo los órdenes de quien lo financia; estafan, manipulan y mienten a diario, con el objetivo de desinformar al ciudadano y de conducir su pensamiento hacia titulares que deliberadamente han sido pensados para atraer y alterar las mentes.Prueba de ello lo expongo en mi próximo libro “Defensores de la Igualdad”, donde titulares y columnistas, bajo las ordenes de quienes mantienen el medio, atacaron al Proyecto Gran Simio de una forma calumniosa e injuriosa, queriendo abrir un debate bajo ideas expuestas únicamente por ellos y otras sacadas de contexto, sin ningún reparo y sin un a pizca de vergüenza.En la contraportada del libro “Desinformación: Cómo lo medios ocultan el mundo”, puede leerse: “La mayoría de los ciudadanos considera que, después de leer la prensa o ver los telediarios, está informado de la actualidad internacional y nacional. Este libro recorre los principales acontecimientos de los últimos años mostrando mediante a entrevistas a expertos, bibliografía especializada y consulta a medios alternativos, que los sucedido no es lo que nos han contado. Pascual Serrano, con una incisiva mirada, desentraña el funcionamiento de los grandes medios de masas para hacernos comprender que la desinformación es una constante. Lo que creemos que está sucediendo en el mundo es solo una falsa composición al servicio de unos intereses que van, poco a poco, conformando la opinión pública.”Pascual nos dice en su libro que “los medios cumplen con gran eficacia la tarea de aparentar que nos están informando rápida y diligentemente cada día, cada hora. Pero su función no es informar, sino desinformar, no es fomentar el análisis y el debate democrático, sino diluirlo y silenciarlo. Sin embargo, simulan preocuparse mucho por traernos las noticias a nuestras manos y nuestros ojos, fingiendo decir tanto cuando están diciendo tan poco, ofreciendo tantas calorías con tan pocos nutrientes. Si comprendemos eso, pasamos de una queja importante sobre el funcionamiento de la prensa a un análisis radical de cómo los medios mantienen el paradigma dominante con tanta habilidad gracias a la desinformación”.Pascual nos sigue diciendo precisamente de un diario que manipuló de forma intencionada la presentación el Proyecto Gran Simio en el Congreso, que: “El diario español El Mundo, tiene una sección que denominan Vox Populi, donde seleccionan figuras públicas que bajan o suben. Pero en la sección no consultan a nadie para detectar esa “voz popular”, simplemente aplauden o silban, en nombre de toda la sociedad, a los personajes que ellos deciden. Este hábito es una distorsión de la realidad, es decir, un engaño, porque están indicando a los ciudadanos cual es la sensación o la opinión generalizada ante un determinado hecho, y no es verdad, es sólo la línea editorial del medio”En sus primeras páginas comenta que “si el profesional periodismo, no tiene garantizados sus derechos laborales – estabilidad incluida-, no será libre para reivindicar la verdad y la veracidad en sus informaciones, no existirá por tanto la libertad de expresión de la que tanto lardean esas empresas de comunicación. Y no puede existir porque los primeros que no la pueden utilizar son los propios profesionales del medio, que deben acatar las directivas de sus superiores si quieren mantener sus puestos de trabajo”. Y esto último también fue corroborado por el autor, cuando después de mes del debate, un periodista le dijo que había recibido ordenes de arriba de atacar el Proyecto Gran Simio y que “donde hay patrón no manda marinero”.Pascual nos recuerda que “el artículo 19 de la Declaración Universal de los derechos Humanos (1948) establece el derecho a recibir informaciones y opiniones. En el caso español, nuestra Constitución es la primera en Europa que recoge el derecho a recibir una información <>. Por lo tanto, si las noticias de nuestros medios no poseen la veracidad ni la calidad necesarias y las opiniones no están equilibradas, se estarán violando los dos pilares legislativos fundamentales de nuestra comunidad, por mucho que sigan alardeando de libertad de prensa”.En la introducción del libro Desinformación, Pascual abre con una cita de G..K. Chesterton dicha en 1917, que dice: “Hasta nuestros días se ha confiado en los periódicos como portavoces de la opinión pública. Pero muy recientemente, algunos nos hemos convencido, y de un modo súbito, que no gradual, de que no son en absoluto tales. Son, por su misma naturaleza, los juguetes de unos pocos hombres ricos. El capitalista y el editor son los nuevos tiranos que se han apoderado del mundo. Ya no hace falta que nadie se oponga a la censura para la prensa. No necesitamos una censura para prensa. La prensa misma es la censura. Los periódicos comenzaron a existir para decir la verdad y hoy existen para impedir que la verdad se diga”.Este periodista valiente a puesto en jaque a la forma en que los periódicos de hoy día, realizan la información. También en “Defensores de la Igualdad”, veremos como columnistas borregos, al servicio de sus amos y que sin el menor escrúpulo informativo y faltando a la verdad, sin querer conocerla, se han empleado en escribir a sus anchas contra la iniciativa del Proyecto Gran Simio en conceder unos derechos básicos a nuestros compañeros homínidos no humanos. Respecto a la defensa que hace los medios de Europa, manifiesta en su libro que existen políticas agrarias y ganaderas absurdas, directivas inútiles, iniciativas alejadas de los ciudadanos, burocracias y, sobre todo, una campaña monocorde a favor de una Constitución Europea que terminó en nada. Todo ello, exclama, defendido y justificado sin pudor por los medios de comunicación. Otros asuntos como la emigración, se tratan de manera claramente sesgada y que el marketing y las técnicas publicitarias dominan el modelo informativo de Europa.Pablo Serrano manifiesta igualmente en su libro que no tiene desperdicio alguno, que son muchos los casos en que gobiernos o partes interesadas intoxican con una falsedad pues, aunque saben que se descubrirá, el desmentido siempre tendrá una cobertura mucho menor que la mentira original, de manera que la operación les habrá compensado y eso lo puede ver perfectamente el ciudadano con la cantidad de corrupción política existente en nuestro país por parte de representantes de diversos partidos políticos y como, de forma permanente realizan declaraciones contradictorias que lo único que hacen es desinformar y confundir. Objetivo a realizar. La conclusión que podemos sacar, nos dice Pablo tras el relato de varios casos relacionados con los vuelos de la CIA y las cárceles clandestinas, es que los medios de comunicación ya no son instituciones que se encargan de hacer llegar a los ciudadanos el mensaje de los políticos o los gobernantes. A lo que se dedican, nos dice, es a interceptarlo para darle la forma adecuada según su línea editorial, convirtiéndose así en un obstáculo entre los representantes y los representados.Por ello es de alabar públicamente, a los pocos medios informativos que quedan sin ser manipulados como Norte Noticias, cuyo Director acepta todas las opiniones del signo que sea, sin dar directrices, sin censura y dejando que sus colaboradores escriban con total libertad en los temas que mensualmente exponemos abiertamente al lector que nos quiere leer.Se necesita una información veraz, un análisis global, un periodismo limpio e independiente, que solo tenga como objetivo: la verdad y dentro de ella, un verdadero análisis local y global dirigido al ciudadano que en definitiva después de todo, es el último eslabón de la cadena social y a quien va dirigida la información.
PEDRO POZAS TERRADOS (NEMO)