Revista Economía

Desinformadores públicos

Publicado el 17 marzo 2014 por Torrens

Hasta el viernes 14 habitualmente veía las noticias de TV3 al mediodía y las del programa de Josep Cuni por la noche, pero ese día los talibanes de Al-Jazeera TV3 acabaron mi paciencia y ahora al mediodía veo las noticias de TVE.

Mi paciencia, con una cadena que en las noticias que se refieren de alguna forma al Islam invariablemente las explica desde el punto de vista de los islamistas radicales, alterando los hechos si hace falta, se agotó totalmente a raíz del caso de la niña marroquí de 9 años de l’Hospitalet de Llobregat que un pederasta boliviano se llevó a su país y la ha mantenido siete meses secuestrada en la selva.

El caso es sumamente oscuro porque el pederasta salió del país con la niña gracias a un acta notarial donde los padres autorizaban el viaje y los padres, que niegan haber firmado el permiso notarial, tardaron varios meses en denunciar el secuestro a los Mossos, cuando lo más normal es que los padres que se preocupan aunque solo sea un poco por sus hijos, el día en que su hija ha sido secuestrada nunca se irán a dormir sin denunciarlo a la policía.

Ante las incongruencias del caso algunos medios de información empezaron a elucubrar,  e informaron de que los Mossos tenían la sospecha de que podría no tratarse de un secuestro, sino que parecía que el pederasta se había llevado la niña con permiso de los padres, y llegaron a aventurar la posibilidad que los padres hubiesen recibido dinero a cambio de ceder la niña temporal o definitivamente.

Como reacción a dichos comentarios un numeroso grupo de marroquíes, en su mayoría mujeres, se manifestó el jueves 13 y el viernes 14 en l’Hospitalet y Barcelona, con el apoyo, la colaboración, y supongo que la organización de SOS Racismo, gritando de forma airada y sumamente enfadados que los marroquíes no hacen esas cosas, que ellos si educan bien a sus hijos, que no permiten el sexo y el matrimonio a niñas de 9 años y acusando no se sabe a quién de racistas.

Hasta aquí nada anormal porque todo el mundo tiene derecho a defender, si hace falta a gritos, su cultura, su religión y sus costumbres, incluso mintiendo si es necesario. Pero lo que no tiene ningún sentido es que un canal de TV que además es público, y se le debe exigir más objetividad que a los privados, se ponga totalmente del lado de los manifestantes, hable del evidente racismo e islamofobia de muchos catalanes, dictamine que lo que se ha comentado sobre el Islam a propósito de la niña de l’Hospitalet es inexacto y considere un gravísimo insulto a una comunidad como la musulmana que ni tan solo se insinué que puedan vender o dar en matrimonio a una niña de 9 años.

Quien es seguro que practica el racismo es Al-Jazeera TV3 y los buenistas como SOS Racismo que pretenden que la leyes se apliquen en función de la raza o la religión de quien las incumple, y que tanto la investigación de los hechos como la aplicación de la Ley tenga en cuenta como atenuante e incluso eximente, especialmente en relación con el Islam, las distintas normas y costumbres de grupos sociales externos a nuestra cultura. A nuestra desastrosa Justicia solo le faltaba que además tenga que aplicar este peculiar racismo legal buenista.

Además, la mayoría de los buenistas que defienden el Islam radical lo hacen con total ignorancia y desconocimiento del monstruo al que están apoyando, pero no es el caso de Al-Jazeera TV3 cuyo departamento de noticias incluye a varios ex corresponsales en Oriente Medio, entre ellos al gran jefe islamista, el cataliban Joan Roure, que, entre otros asuntos relacionados con el Islam, saben muy bien que el Corán y otros textos básicos no solo no prohíben el matrimonio de niñas con adultos sino que lo aconsejan y en más de un párrafo lo califican de experiencia sublime, para el hombre adulto claro. La cosa llega al extremo que una de las esposas del propio Mahoma era una niña con la que se casó precisamente cuando ella tenía 9 años, y es tal la tradición musulmana del matrimonio de niñas que no son raras las bodas múltiples de este tipo.

Lo que tenían que haber hecho los talibanes de Al-Jazeera TV3 era exigir algo que espero que haga el juez: asegurarse de que la niña crezca integrada y educada en España, porque si regresa a Marruecos o vive en España en un ambiente totalmente musulmán va a ser una desgraciada el resto de su vida.

La sociedad musulmana, incluso en muchos casos los moderados, siente un desprecio total por la mujer repudiada, en especial si ya ha sido “usada”. En Arabia Saudita, Irán, algunos emiratos y países donde reina la Sharía, la Ley Coránica, si uno se fija no cuesta mucho ver a mujeres cubiertas totalmente con unos andrajos que parecen un burka pidiendo limosna. Son mujeres repudiadas por sus maridos, padres o hermanos, algunas por haber cometido el delito de ser violadas, que han tenido la “suerte” de no ser asesinadas impunemente pero son expulsadas de su casa y su familia y solo viven de lo poco que la gente les hecha. En el caso de la niña de l’Hospitalet el asunto se agrava todavía más porque ha sido vejada e insultada en público nada menos que a través de periódicos de infieles.

Ahora imaginaros la vida adulta de esta niña sí, con independencia de cuales sean sus creencias, le espera un futuro integrada en el Islam en vez de estarlo en la sociedad normal de un país europeo.


DESINFORMADORES PUBLICOS.


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