El ego no existe, es sólo una idea: no tiene sustancia en sí, no es algo, simplemente es nada. Lo haces real creyendo en él, puedes quitarle creencia y la realidad desaparece, se evapora.
El ego es una especie de ausencia porque no te conoces a ti mismo, de ahí el ego. Cuando te conoces a ti mismo, no se encuentra ningún ego.
El ego es como la oscuridad, la oscuridad no tiene existencia positiva por sí misma, es simplemente la ausencia de luz. No puedes pelear con la oscuridad, ¿o sí? No puedes sacarla de la habitación, no puedes sacarla, no puedes llevarla dentro. No puedes hacer nada directamente con la oscuridad. Si quieres hacer algo con la oscuridad, tendrás que hacer algo con la luz. Si enciendes la luz, no hay oscuridad; si apagas la luz, hay oscuridad.
“La oscuridad es sólo ausencia de luz, así es el ego: ausencia de conocimiento de sí”.
Se te ha dicho una y otra vez: “Sacrifica tu ego”, y el enunciado es absolutamente absurdo porque algo que no existe no puede ser sacrificado. Y si tratas de sacrificarlo, a lo que en primer lugar no existe en absoluto, estarás creando un nuevo ego, el ego del humilde, el ego del sin ego, el ego de la persona que piensa que ha sacrificado su ego; esto será una nueva especie de oscuridad otra vez.
No sacrifiques tu ego, al contrario, lo que digo es que trates de ver dónde está el ego. Míralo profundamente, trata de localizarlo, donde exista, si existe o no. Antes de que uno pueda sacrificar cualquier cosa, uno debe estar seguro de su existencia.
Pero no estés en su contra desde el comienzo mismo, si estás en su contra, no puedes mirar profundamente en él. No hay necesidad de estar en contra de nada.
El ego es tu experiencia, posiblemente es sólo apariencia, pero sigue siendo tu experiencia; toda tu vida se mueve alrededor del fenómeno del ego. Puede ser un sueño, pero para ti es completamente verdadero.
No hay necesidad de estar en su contra, sumérgete en él, entra en él. El entrar en él significa que traes consciencia a tu casa, traes luz a la oscuridad.
Mantente alerta, atento. Observa los caminos del ego, cómo funciona, cómo maneja todo en absoluto. Y estarás sorprendido: entre más profundo entras, menos se encuentra. Y cuando has penetrado en el mismo centro de tu ser, encontrarás algo totalmente diferente que no es el ego, que es ausencia de ego. Es uno mismo, el ser supremo, es la divinidad. Has desaparecido como una entidad separada, no eres más una isla. Ahora eres parte del todo.
SI MISMO
Conviértete en un ser auténtico, integrado, con inmenso respeto por sí mismos (la frase respeto por uno mismo puede crear dudas en tu mente porque el respeto por sí mismo parece que significa otra vez el ego, no es así). Hay que entender ambas palabras, ‘sí mismo’ y respeto, son significativas.
“sí mismo”es aquello con lo cual has nacido.
“Ego” es aquello que acumulas, el ego es tu logro.
El “sí mismo” es un regalo de la existencia para ti. No has hecho nada para merecerlo, no lo has logrado, de ahí que nadie pueda quitártelo. Es imposible porque es tu naturaleza, tu propio ser.
El ego es todo aquello que has ido acumulando a través de la educación, los modales, la civilización, la cultura, el colegio, las universidades… Vas acumulándolo; es tu esfuerzo, lo has hecho y lo has hecho tan grande que has olvidado completamente tu “sí mismo” real.
Conocer el “sí mismo” real es suficiente: el ego cae de plano al suelo sin ningún esfuerzo para renunciar. A menos que el ego se caiga por sus propios medios, sin tu esfuerzo, no te va a dejar.
Si haces el esfuerzo para dejarlo y esto es lo que significa someterse… Todas las religiones enseñan a someterse, por ello no entienden ni siquiera lo más básico de la psicología.
El ego no tiene que someterse, tiene que ser visto, tiene que ser entendido una y otra vez.
Este es el significado de respeto, es una de las palabras más bellas del idioma inglés, respeto simplemente significa “re-spect”, mirar de nuevo.
Este es el significado literal de la palabra, no hay lugar. Sólo mira otra vez, mira hacia atrás, mira profundo. “Spect” significa ver, mirar, “re” significa de nuevo.
Antes de que entraras a formar parte de una sociedad, de una cultura, de una civilización, ya lo conocías. No es una coincidencia que las personas continúen pensando que su infancia fue la parte más bella de sus vida. Es un recuerdo largamente olvidado porque ha habido días en tu vida, los primeros días, los cuales no puedes recordar exactamente, es sólo una vaga sensación, una especie de fragancia, una especie de sombra está allí.
Si “res-petas”, si miras nuevamente y profundizas en tu existencia, vas a encontrar el lugar desde donde empezaste a perderte a ti mismo y el ego a ganar.
Ese momento es un momento de iluminación porque una vez que has visto lo que es el ego, se termina el juego.
Entonces no puedo decirte, abandona el ego porque eso significa que acepto la realidad de tu ego. ¿Y cómo vas a abandonarlo? Tú eres eso. Ahora mismo, tú eres eso. El “sí mismo” lo has perdido mucho tiempo atrás en el pasado. Hay una gran distancia entre tú y tu “sí mismo”. En este momento estás existiendo en la periferia de ti mismo. Esa periferia está pretendiendo ser tu ‘sí mismo’. Esa pretensión es el ego, decirle al ego entonces: “¡Déjalo! ¡Ríndete! ¡Sé humilde!”, es simplemente una idiotez.
Psic. Hugo Herci
Citas: (229) 257 -5180
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