La página de Carmena rompe los hilos de la confianza entre lectores y medios

El problema de dicha web gira en torno al "secreto de las fuentes". Como saben, los periodistas tienen el derecho – amparado por la Carta Magna – de no revelar la identidad de las mismas, salvo requerimiento judicial. Es, precisamente, esta "prerrogativa" de la profesión, la que queda debilitada por la "idea de Carmena". Queda debilitada, como digo, porque se cuestiona "la presunción de verdad" de los contenidos mediáticos. Así las cosas, la página de Manuela rompe los hilos de la confianza entre lectores y diarios. Por ello, por esta razón, muchos colegios de periodistas han criticado la "Versión Original" porque arroja piedras contra su propio tejado. Las arroja, queridísimos lectores, porque de ahora en adelante, los redactores deberán respetar hasta "los puntos y comas" de las notas de prensa, si no quieren ser ruborizados por “los escribas de Carmena”.
Con estos mimbres, la profesión del periodista corre el riesgo de convertirse en una mera correa de transmisión entre las élites y el pueblo.
A pesar del daño que provoca la página a la industria de la cultura, la medida es espléndida para los ojos de la crítica. Gracias a la iniciativa madrileña, la sociedad del conocimiento sale fortalecida. La idea sirve para debilitar el modelo periodístico occidental. Un modelo, como saben, al servicio de los partidos en detrimento de las audiencias. Ante ello, la página de Carmena rompe, de una vez por todas, la lanza contra la "ideologización de las noticias"; una necesidad requerida para sanear la democracia de los sesgos subjetivos. Por ello, no entiendo por qué algunos colegios de periodistas sacan sus uñas contra un instrumento adecuado para el cambio de modelo. Un nuevo modelo, basado en las directrices constitucionales, y desprovisto de todo intento de subjetivación de los hechos. Decía Lenin – y valga la cita – que "solo los tontos discuten sobre hechos".
La página de Carmena rompe, de una vez por todas, una lanza contra la "ideologización de las noticias"
Desde la crítica revindicamos más páginas al estilo de Carmena. Las revindicamos porque este es el camino para construir un modelo de prensa diferente al que tenemos. Aunque algunos críticos han tachado la medida de "tufo venezolano"; aunque nada tiene que ver al respecto. La página de Manuela es una "revelación de secretos", de secretos periodísticos. Pone sobre la mesa la fuente del medio e invita a los ciudadanos a que reflexionen sobre los diarios que les informan. Algo formidable para despertar el espíritu crítico y sembrar la duda ante cualquier argumento de autoridad. El periodista siempre podrá opinar a través de columnas destinadas al efecto o tertulias de televisión. Una opinión basada, eso sí, en los hechos; constructiva y desprovista de injurias y demagogias. Solamente así, con páginas de desmentidos, conseguiremos salvar a la democracia de la partidocracia.
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