Revista Política

Desmontando la propaganda electoral, ¿qué nos jugamos y qué no, los catalanes en las elecciones autonómicas?

Publicado el 14 noviembre 2010 por Trinitro @trinitro

Desmontando la propaganda electoral, ¿qué nos jugamos y qué no, los catalanes en las elecciones autonómicas?
Ante el despliegue de propuestas de muchos partidos ante mil temas casi parece que quien gobierne la Generalitat pueda resolver de un plumazo todos los problemas habidos y por haber, conseguir la independencia de Catalunya o blindar la sacrosanta unidad con España, evitar que el paro siga creciendo, expulsar a los malvados inmigrantes sin papeles o luchar contra la opresión de los pobres castellanohablantes. La agitación y propaganda de los partidos está llenando la campaña electoral de mensajes, pero algunos de ellos no se correspondena las elecciones que vamos a votar, ni siquiera sus promesas entrarían dentro del ámbito de competencias de ninguna administración o capacidad de acción de ningun parlamento. Antes de que nos hagan votar para si la luna y el sol salen por el este y el oeste y se ponen por el norte y el sur, sería bueno desgranar que aspectos de los que están poniendo los partidos en la mesa son competentes o no la Generalitat o puede influir realmente y cuales son verdaderos brindis al sol electoralistas. Algo que estaría bien que los grandes medios de comunicación, estos que se quejan de los spots electorales, también filtraran y actuaran con cierto análisis crítico.

En definitiva, casi parece que gobernar la Generalitat equivalga a solventar los problemas del mundo mundial o incluso aquellos que no son problemas. Pero hay que ser consciente realmente que nos jugamos en las elecciones autonómicas y a muy groso modo:

  • Una parte de que modelo de estado del bienestar queremos los catalanes y el tipo de impuestos que queremos pagar para mantenerlo. Es el gran ausente de la campaña a pesar de los esfuerzos de dos de los tres partidos de izquierdas de Catalunya (PSC e ICV) de que este sea un tema clave en estas elecciones. Una cosa está clara: los catalanes durante 23 años decidimos darle el poder a CiU para que creara un estado del bienestar más escuálido que el del resto de CCAA, y durante 7 nos cansamos y decidimos dar la posibilidad a una coalición de izquierdas para que se pusiera las pilas en este tema. En estas elecciones quien gane y tenga mayorías para hacer gobierno se estará jugando que modelo de estado del bienestar queremos, si queremos seguir acercándonos a la media española o queremos seguir teniendo un estado del bienestar más limitado. Si queremos tener unos impuestos algo más garantistas o eliminar impuestos como el de sucesión o transmisiones. Esto es importante, cuando vayas a un centro de urgencias catalán y veas que te atiende una mútua con menor calidad que un centro público o veas como la lista de espera se ha acortado o se alarga entonces valora que modelo de estado del bienestar quieres. Cada partido tiene unos programas muy elaborados al respecto y a la mayoría los conoces por sus acciones de gobiernos.
  • Que tipo de relación simbólica tendrán los gobernantes de la Generalitat hacia España, pero no si avanzaremos hacia la independencia o no. La independencia de Catalunya no dependerá de que CiU gobierne con ERC o si entran o no en el gobierno fuerzas minoritarias como SI o Reagrupament. Es un absurdo pensar que CiU se va a ver forzada a exigir la independencia ya que CiU, sobretodo, se ve forzada a aplicar un programa y el sentir de sus votantes que en general no son independentistas al menos no hasta el punto de querer la independencia ahora. La independencia en Catalunya podrá plantearse desde un llamamiento del Parlament cuando los partidos que estén representados con inmensa mayoría sean realmente independentistas, lo tengan claro en su programa y lo expliciten sin ambalajes. En este caso sólo ERC de los actuales representantes en el Parlament son independentistas en este sentido, si Reagrupament o SI entraran también podrían sumarse. Lo que puede hacer otro tipo de gobiernos en el ámbito “soberanista” como una coalición CiU+ERC es cambiar la dialéctica y el tono, cambiar la simbología, que no es poco, hacia una visió teóricamente más beligerante (aunque sigo dudando que los artífices del “Peix al Cove” vayan a ser más beligerantes que el tripartito). Plantear las elecciones desde posturas no netamente independentistas como algo parecido a un sufragio y una validación de los referéndums de independencia es irrisorio. La Generalitat no puede convocar referéndums de independencia si no rompe claramente con la Constitución Española y eso es algo que CiU no hará y menos con un escenario donde el voto realmente independentista va a retroceder.
  • Que tipo de escenarios se van a priorizar desde la Generalitat para ayudar o tener un tipo de actividad económica u otra después de la crisis y que tipo de mercado laboral se va a potenciar. Aspectos clave como la formación, el tipo de políticas que se priorizan (si se incrementa o no la inspección de trabajo, etc..), pueden estar en manos de la Generalitat.
  • Que grado de exclusión social vamos a tener en estos años de salida de la crisis. Aunque los datos económicos comiencen a ir un poco mejor eso no implica que la crisis se agote, habrá cientos de miles de personas hoy en paro, y cientos de miles de personas que querían entrar en el mercado laboral que no lo han hecho que estarán en riesgo de exclusión social. Desde las administraciones se puede hacer nada, algo, o bastante para evitar su exclusión y ver que colectivos son los que se prioriza para evitarlo.
  • Que tipo de endeudamiento y cargas para el futuro queremos asumir para poder ayudar a los que sufren la crisis y los excluidos sociales hoy. Algo que no se habla es que si las administraciones han tenido que endeudarse (unas más que otras) es para poder mantener un sistema de integración, ayudas y apoyo a personas en alto riesgo de exclusión a la vez que veían como los ingresos por impuestos mermaban. Tal vez los que prometen austeridad, están prometiendo también exclusión social y no un “ahorro de deudas”.
  • Que tipo de inversiones en infrastructuras y equipamientos podemos mantener y como creemos que se puede dinamizar la economía. Ya no sólo por una relación entre disponibilidad presupuestaria, beneficio social de las inversiones y capacidad de endeudamiento. Sino también por confrontar dos modelos: ¿la actual fase de la crisis es una crisis de demanda interna, o sea que la gente no consume por miedo o por no tener dinero y por tanto requiere que el sector público continúe siendo dinámico e impulse un poco la economía? o ¿la crisis es de oferta y los bancos no dan crédito porqué ven que no tienen suficiente ahorrado a pesar de que los que tienen dinero hoy en día están ahorrando como nunca? ¿es un mixto donde hay necesidad de un estímulo de la demanda del sector público y que comience a circular dinero desde los bancos prestados a deudores con más garantías (como los propios estados) para volver a poner en marcha el sistema financiero?
  • ¿Qué tipo de modelo convivencial lingüístico y nacional queremos?. En el momento que PP y Ciutadans proponen erradicar la inmersión lingüística están proponiendo otro modelo convivencial lingüístico y la creación de dos comunidades lingüísticas netamente separadas. ¿Queremos este modelo o el de la inmersión que apoyan el resto de partidos parlamentarios donde todos los ciudadanos tienen aptitudes básicas garantizadas con los dos idiomas?

Lo que no nos jugamos en estas elecciones pero que muchos ponen en la mesa es:

  • La “dignidad” del país. Esto es un absurdo ontológico en si mismo. La dignidad “nacional” depende de la autoestima que tengan los ciudadanos que se identifiquen con esa nación, depende una milésima parte de la relación de identidad que tengan esos ciudadanos con sus gobernantes, depende de la imagen que se tenga en el exterior, depende del estado emocional de los ciudadanos (con la identidad nacional que tengan o no) que vivan en el país, etc.. Achacar que la “dignidad del país” se gana o se pierde por tener un President u otro es casi de risa. Es cierto que los ciudadanos nacionalistas estarán más próximos a un President nacionalista que a uno no nacionalista, pero a la hora de la verdad, no veo ninguna diferencia entre las reclamaciones que ha hecho Montilla al estado, el sumarse a las manifestaciones del 10J o defender el Estatut de las que hizo en su momento Maragall o Pujol. Incluso a Montilla le he visto más reivindicativo en este caso porqué se ha visto en la tesitura de hacer avanzar en un nuevo modelo de financiación. Los ataques a la “nación catalana” seguirán existiendo, las tertulias de la caverna mediática seguirán dando caña, y si acaso dejará de actuar la brunete mediática nacionalista catalana (La Vanguardia, Avui, etc..) que sí que han ido construyendo una realidad simbólica de “esto va mal”. Pero, ¿eso es recuperar la dignidad de país? ¿que unos intereses mediáticos y económicos nos dicten que President es preferible para que el país sea digno? Estos que han estado trabajando para construir una coalición de CiU con el PSC de apoyo ¿son los que nos dictan la dignidad de país?. Si creemos eso, es que como ciudadanos somos realmente muy tontos.
  • Un sistema de financiación mejor. Puede haber renegociaciones del sistema de financiación, y en una situación al final del mandato que viene donde los ingresos por impuestos se preveen que mejoren porqué la crisis irá quedando un poco atrás, permitiría una mejora ligera del sistema de financiación catalán. Pero no es un nuevo sistema de financiación, el nuevo es el que se ha conseguido con el Estatut y con la implantación de este, y es el que ha conseguido avances de verdad. Si alguien pretende hacer creer que ganando la Generalitat puede conseguir un sistema de financiación aún más bueno o incluso el concierto económico es que miente. Para conseguirlo necesitaría plantear un nuevo Estatut (y hoy nadie lo está poniendo en la agenda), o una modificación de la Constitución Española incluso para poder aplicar el concierto más allá de los territorios que esta ley de máximo rango dictamina que lo han de tener.
  • La independencia de Catalunya o un avance en este sentido. Después de que los independentistas visualizaran el tamaño de sus fuerzas con los referendums, se puede identificar que los independentistas no son pocos pero tampoco mayoría. Eso lo saben todos los partidos incluida ERC. El Parlament puede realizar un salto importante en conseguir la independencia de Catalunya pero sólo cuando se sabe que tiene el apoyo mayoritario de la sociedad, y eso se podría intuir si ERC o las fuerzas que claramente se definen como independentistas obtuvieran una inmensa mayoría en las elecciones al Parlament. Esta estrategia que le va muy bien a las candidaturas independentistas de poner sobre la mesa esta causa, o que las candidaturas que se transvisten de independentistas como CiU para ganar votos por ese ala, ponen la independencia encima de la mesa, pero todos sabemos que en el 2014 Catalunya seguirá siendo una CCAA de España y que el Parlament no hará ninguna proclama de este tipo. Negar que el independentismo ha avanzado, como mínimo en su visualización, sería negar la realidad, pero que se considere que dejar de ser marginal y pasar a ser una minoría cuantiosa significa que es hegemónico hay algunos pasos.
  • Las políticas de inmigración. CiU, PP y más demagogicamente y peligrosamente PxC están poniendo a los inmigrantes en la agenda de estas elecciones. Pero todos sabemos que esto es un bluf. La Generalitat no tiene competencias en inmigración y el principio de universalidad hace que los servicios sociales se tengan que dar a todo cristo dependiendo de su situación económica no de su país de origen. Por tanto decir que no se van a dar tratos de favor a los inmigrantes es un bluf, nadie los da, se aplican las leyes que hacen que si una persona tiene una cartilla de la seguridad social pueda tener un tratamiento sanitario lo tenga, que si alguien está censado en un ayuntamiento pueda acceder a una plaza en una escuela pública lo haga. Punto. Y eso no lo puede cambiar ni el PP, ni CiU, ni PxC gobernando con mayorías absolutas desde la Generalitat. Tampoco puede cambiar la política de fronteras que es una política de la UE, ni tampoco si vendrán o no más o menos inmigrantes, si estos se irán o que harán. Los inmigrantes vienen porqué han habido puestos de trabajo para ellos y empresarios que los contratan, y se han comenzado a marchar algunos porqué no tienen esas oportunidades. Si la economía vuelve a ir bien, tengamoslo claro que volverán a venir inmigrantes, y no sólo eso, es que los empresarios los demandarán y los contratarán igual que nos contratan a los nacionales, y si la economía sigue estancada pues no vendrán y tendremos el problema de como pagamos el estado del bienestar para todos, nacionales e inmigrantes. Ni siquiera los países con leyes más restrictivas para la inmigración como EEUU pueden contener la inmigración ilegal mientras haya empresarios que los contratan. Que estén o no con papeles esos trabajadores, lo que hace es que esa contratación emerja y sea legal (y por tanto se pague impuestos) o que siga ilegal y no paguen impuestos. El uso de la inmigració por la derecha y la ultraderecha catalana sólo es un pañuelo agitado para emocionar a su masa electoral.
  • Lo que es o no una familia, si se puede o no abortar, la ley de adopción, etc.. Todo eso son competencias estatales, la Generalitat no puede definir que es un matrimonio legal o no, como tampoco puede decidir que aquí se pueda abortar libremente la última semana del embarazo. Que esto haya llegado al debate de manos del PP o de la caverna mediática es un bluf bien gordo. La Generalitat es incompetente en estas materias. Solo es una estrategia para azuzar al electorado conservador a votar al PP en contra de esta “oleada laicista y abortista” de la izquierda.
  • Salir de la crisis económica. Lamentablemente los márgenes de maniobra de los estados y las administraciones son pequeños, pero mucho menos lo es los de la Generalitat, esta no puede imprimir moneda como hace la reserva federal para devaluar el euro, las políticas monetarias son comunes en la zona euro y vienen muy dictaminadas por Alemania que anda en un suicidio de mantener la moneda fuerte. Tampoco la Generalitat es omnipotente y puede hacer políticas activas o de inversiones que pueda suplir todo el sector privado, ni tampoco su capacidad de maniobra es infinita para hacernos salir de la crisis. Puede facilitarlo un poquito o dificultarlo un poco, puede hacer políticas que marquen quien se queda excluido o no, pero al final saldremos de la crisis porqué en general toda la zona euro termina saliendo de la crisis y el crecimiento de la demanda de unos comenzará a tirar de otros. El que haya alegres afirmaciones que en 4 años el desempleo se reducirá a la mitad grácias a la acción de gobierno si no fuera por el drama de la situación del desempleo, sería de risa.

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