¿Desmotivado e infeliz? Inspecciona tu rutina diaria

¿Por qué te cansas tanto? ¿Por qué te sientes improductivo o desmotivado? ¿Qué está ocurriendo para que no progreses?

Inspeccionar tu rutina te dará la respuesta. Esa que está delante de ti y en la que aún no has reparado.

Tienes control sobre lo que haces

Tu pacífica existencia puede alterarse por factores ajenos a tu control: enfermedades, malentendidos, experiencias nefastas que te encuentras a bocajarro, etc.

Pongamos que, si ahora te sientes del asco, buena parte de ello se deban a esas cosas que no puedes controlar.

Eso, poniéndonos en lo peor. Porque también existe la posibilidad de que en lo que haces a diario y en cómo lo haces estén casi todas las respuestas que necesitas para poder hacer los cambios que quieres.

Aun así. Aunque estés inmerso en lo incontrolable, hay una parte que sí está bajo tu control.

¿El problema? Que tienes que verla. Si no la ves, no puedes controlarla.

Observa tus hábitos

Son muchos. Algunos de ellos te pasan inadvertidos, incluso cuando los ejecutas continuamente. Son una parte natural de ti, como tus manos o tus pies.

Y, al igual que los hábitos que eliges y te esfuerzas por adquirir, dejan sus efectos con el paso de los días.

Cada uno de nosotros vive y se moldea según lo que hace la mayor parte del tiempo.

O sea que, para tomar el control sobre tu vida, has de tomar el control sobre tus hábitos. Y, para eso, necesitas observarlos primero.

¿Cómo? Toma nota

Lo digo en sentido literal. Apuntar lo que haces funciona.

Dedica unos cuantos días a observar: a anotar qué haces, cuánto tardas, cómo te sientes cuando lo haces, etc.

Hazlo a tu manera, enfocándote en lo que más te apetezca.

Por la experiencia de mis propios experimentos, te sugiero que comiences por lo más básico: la alimentación, el ejercicio, el descanso, las relaciones. Porque esas cosas básicas son las que tienen más impacto en el resto.

Como sea, así te enfoques exclusivamente en las "actividades productivas" (tus tareas diarias), vas a descubrir acciones innecesarias.

Puede que distracciones o manías, que estén soldadas a tu rutina desde sepa dios cuándo. Tiempo y energía que desperdicias en chorradas que no te están llevando a ninguna parte.

Y lo descubres así, al inspeccionar tu rutina, como si estuvieras investigando cualquier otra cosa.

¿Qué haces con tus descubrimientos?

Lo que decidas: cambiarlo o dejarlo como está. El objetivo era descubrir cosas que haces continuamente y que inciden en que te sientas harto y desmotivado, ¿no?

Pues, al observar tu rutina, puedes dar con unas cuantas.

Sigamos pesimistas. ¿ Qué pasa si solo das con una? Una pequeñita, poco importante.

Hace no tanto, yo noté mi enfado automático al hacer la caminata por sitios con mucho tráfico. Mira qué cosa tan insignificante.

Insignificante, sí. Pero resta energía.

Y, al hacer un cambio ahí, lo noté al volver a casa y ponerme a escribir de mejor ánimo. Cosa que redundó en mejorar un poquito el resto del día.

No solo ese día. Todos los días.

Hablando de hábitos, no hay cambio pequeño. Lo que repites todos los días se nota e impacta en el resto. Es como un eslabón de toda la cadena.

Así que, si solo descubres una cosa o decides cambiar solo una insignificancia de tu rutina, prepárate para ver sus efectos.

Hay cambios que se notan más que otros (o más rápidamente). Pero todos cuentan.

• La pequeña distracción que elimines.
• La piedrecita molesta que te quites.
• Suprimir un endulzante del café.
• (...)

Compruébalo. Anota lo que haces unos cuantos días. Ponte en plan científico: observa y experimenta.

La respuesta a lo mal que te sientes quizás esté delante de ti, en tus narices o entre tus manos, escondida entre lo que haces (o no) a diario .

Fuente: https://tusbuenosmomentos.com/inspeccionar-rutina

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