Recuerdo perfectamente la ilusión y el miedo que tenía cuando abrí este blog hace 14 años.
Por un lado tenía muchas ganas de compartir con el mundo todo lo que había aprendido en mis primeros años de maternidad y por otro lado tenía mucho respeto a publicar informaciones erróneas.
Al poco tiempo ya me acostumbré a las redes sociales, a la comunidad bloguera tan fantástica que tenemos, también a las críticas y empecé a disfrutar mucho del blog.
Durante años estuve publicando un post al día sin fallar nunca, he entrevistado a mucha gente, organizado sorteos y festivales de aniversario…e incluso gané un premio madresfera al mejor blog de crianza en 2015.
14 años, que se dice pronto, pero al final todo cae.
En la pandemia mi energía no llegaba para mantener actualizado el blog y después, aunque he tenido varios intentos de retomarlo, no he sido capaz.
Supongo que estoy en otro momento vital ya que mis hijas son mayores (16 y 12) y la manera de comunicar ha cambiado mucho en los últimos años.
Muchos me decían que ya nadie lee blogs, aunque en Google los blogs siguen apareciendo los primeros en las búsquedas y otros opinaban que no vale la pena el esfuerzo de buscar información, redactar un post, buscar imágenes, etc. cuando un influencer en Instagram publica una foto y ya lo tiene todo hecho.
Yo sí leo blogs y no creo que estén muertos, pero la verdad es que no me siento fuerte para seguir manteniendo el mío.
Así que si empezaste a seguirme hace 14 años o antes de ayer, que sepas que de momento no habrá más publicaciones.
Sin embargo voy a mantener el blog porque sigo pensando que tanta información acumulada durante 14 años sigue siendo útil para las madres y sus hijos.
Así que si buscas algo en concreto, puedes ir al buscador y lo más probable es que haya escrito sobre ello…¡en 14 años me ha dado tiempo a escribir sobre casi todo!
Ha sido estupendo estar a este lado de la pantalla todo este tiempo ¡nos vemos en las redes!