Dos meses hace hoy que volví y iba siendo hora de cerrar esto como es debido (este texto fue escrito dos días antes de volver):
Un placer. De verdad que ha sido un placer poder compartir este viaje con todos vosotros. Tantos lugares, tantas experiencias.
Pasear por las calles de antiguas ciudades indias
Pasear en camello por el desierto de Rajastán
Volar en parapente en los Himalayas
Bañarme en el Ganjes
Estar a las puertas de la casa del Dalai Lama
Tener ratas correteando por mis pies en un raro templo en Bikaner
Nadar bajo cascadas en un desierto
Me ha abrumado la contaminación de Bombai
Me he acostumbrado a autobuses de más de 20 horas
He convivido con tribus caza-cabezas
Me he entrevistado con ex-parlamentarios que han luchado por la integración de las tribus
Han sacrificado un cerdo de más de 60kg por mi cumpleaños
He estado en el lugar más húmedo del planeta
He visto las formaciones naturales más impresionantes en los puentes de raíces en Meghalaya
Visité el segundo palacio budista más grande ras el de Potala en la frontera Tibet-India-Bhután
He comido curris que me han hecho llorar
He dormido en la calle, en estaciones, en aceras
He sido invitado en multitud de ocasiones a casas y a copiosas comidas a cambio de sonrisas
He sido objeto de intentos de timos -siempre fallidos-
He estado a más de 5000m, entre picos de los himalayas
Me he visto en mares de luciérnagas
He aprendido leyendas de tribus donde las mujeres han sido maltratadas para evitar violaciones y raptos por tribus vecinas
Me han hecho subir a un escenario para hablar frente a más de 5000 personas y agradecerles su hospitalidad
He viajado en taxi, coche, autobús, barca, patera, rickshaw, pie, camión, camioneta, bicicleta, moto, skooter, ferri…
He jugado al fútbol con monjes budistas, niños de la calle, guías de campamentos, amigos viajeros…
He sido parte de la población más densa del planeta
He visitado uno de los países con una dictadura más brutal
He visto templos hasta donde me alcanzaba la vista en Bagan
Los barqueros más curiosos en el lago Inle
He cruzado los montes de Myanmar en un trekking espectacular con unos guías que se convirtieron en amigos
He luchado contra la censura en Internet, usando proxies de mil tipos
He apoyado a prisioneros políticos con un show de comedia
He tenido que cambiar dinero en el mercado negro
Me he visto bajo las torres gemelas más altas del mundo
Me he reencontrado con amigos en tres distintos países
He buceado junto a tortugas marinas
He ido a uno de los supuestos paraísos del mundo: Bali
Me he aburrido en Singapore, demasiados centros comerciales
He descubierto en moto pequeñas calas en Indonesia donde yo era el único
Me he relajado y leído libros tranquilamente en las tranquilas playas de Lombok
He visitado las selvas de Borneo
He visto orangutanes, macacos, monos proboscis y mil animales más
Me han sobrecogido los sonidos de la noche en la selva
He visitado un sultanato
He podido convivir con indígenas de Bunei
He visitado unas de las cuevas más impresionantes del mundo
Todo esto y miles de cosas más, puedo hacer esta lista 3 y 4 veces más larga y no me costaría más de 15 minutos, pero la razón de esto es que nada habría sido lo mismo si no hubiera podido compartirlo con vosotros, familia, amigos, conocidos, lectores curiosos, etc. Porque como bien llega a la conclusión el protagonista de “Into the wild” en sus últimos momentos de vida:
“La felicidad sólo es verdadera cuando es compartida”
“Happiness is only real when shared”
Y no se si estaréis de acuerdo o no, pero yo no tengo ninguna duda de que este viaje no habría sido el mismo sin vosotros al otro lado.
Supongo que esta es la despedida de una gran aventura, que espero que no la única, y que podamos reencontrarnos más veces por el camino. Espero de corazón que hayáis disfrutado de mi viaje, de las fotos, de las curiosidades y consejos. No tengo palabras, se me han acabado tras tanto post y tanto comentario, se me han acabado las formas de dar gracias y de mostrar lo feliz que me habéis hecho.
Ahora toca volver a casa, quizás el destino que más ilusión puede hacer a nadie, sobretodo si sabe lo que le espera ahí. La mejor familia del mundo y una panda de amigos a los que se les ha echado de menos cada día.
Gracias a todos esos viajeros que me he encontrado por el camino que me han dado buenos consejos y me han hecho el viaje más fácil, gracias a todas las personas que me he encontrado por el camino que me han ofrecido momentos interesantes y de los que he podido aprender, gracias a toda esa buena gente que me ha dado de comer, me ha ofrecido cama, me han acompañado y me han ayudado, gracias a todo el que ha escrito un comentario (me han dado tanta energía), gracias a mis amigos por haber estado aun en la distancia, gracias a mi familia porque como las buenas familias cuanto más lejos estás más cerca les sientes. Y gracias a ti por estar ahí y leer estas últimas lineas.
Mentiría si dijese que escribo esto sin lágrimas en los ojos. Pero me despediré como hacen en India que en vez de decir adiós dicen, ahora vuelvo. Pues eso, que ahora vuelvo.
Ha sido un placer.