¡Percibir la naturaleza es una habilidad desaprendida, una necesidad poco considerada… un placer gratuito y de poco Rating!
El entorno rural redescubre nuestro vínculo con lo natural, intenta dar un espujón a la mente para que despierte de ese sueño urbano que probablemente es el causante de muchas angustias. La ciencia no intenta explicar el mundo y la complejidad de sus fenómenos para sacar provecho… provecho que no siempre es sano y que puede atentar contra el placer de la contemplación… la contemplación de los bellos paisajes verdes, incluso los más áridos.