Yo les avisé, nadie me creyó, claro, como no trabajo como comentarista deportivo nadie cree en mis "predicciones".
Lo peor es que fue Francia la primera a caer en la pesadilla y, claro, llevó consigo al seleccionado anfitrión.
El comentario en las calles es como si del seleccionado francés dependía la felicidad y el progreso de toda la gente; está bien, ya sé que a veces una victoria futbolística es bienvenida, por lo menos para aplacar un poco las tristezas de la gente, pero...
Yo no sería tan irresponsable al punto de dejar mi felicidad y mi futuro en los pies y en las habilidades inciertas de unos desconocidos, por más famosos que ellos fueran.
Pero bueno, ya despertaron de la pesadilla y, tal como dije, ahora hay que pagar el televisor plasma o 3D que habían comprado para "ver y sentir mejor" los goles de sus equipos.
Ahora hay que concentrarse de nuevo en los hechos del mundo, ya hay que mirar de nuevo las grandes catástrofes, como el gravísimo derrame de petróleo cerca del Golfo de México, once veces mayor de lo que realmente la prensa está mostrando, con consecuencias gravísimas a corto, medio y largo plazo.
Nos queda a nosotros la esperanza de que no se nos rompa el sueño de llegar a cuartos de final, para luego despertar y ver que a Lugo los del EPP ya lo quieren matar, ver que han muerto dos policías en una trampa híper infantil, a causa del egocentrismo de uno de los jefes policiales al mando de la búsqueda, que quería a toda costa filmar la "hazaña de aprehender" a los miembros del EPP, en fin el despertar a nuestra realidad cotidiana tampoco va a ser demasiado agradable.