Revista Política

Despotismo electivo ( el borregamen pañol )

Publicado el 16 noviembre 2010 por Peterpank @castguer
En ese sucedáneo de Parlamento, son posibles los vetos del Gobierno sin más; por eso, la simple tramitación de 22 enmiendas a las Presupuestos Generales del Estado, contra la congelación de las pensiones, renueva los fariseísmos mediáticos y las protestas mendaces y “por lo bajini” de los supuestos opositores .
La mecánica de cómo funcionan las cosas es la siguiente: la mayor parte de los borregos, léase, los votantes, escogen a un partido, estatal, para que ponga la fuerza del número al servicio de ideas y valores, para que transforme el poder ciego de la cantidad en razón de gobierno de la calidad. Pero, una vez entronizado, el partido de turno oligárquico-monárquico pone todas las que llama “ideas” y "valores" al servicio de la fuerza gubernamental; es decir, impone la cantidad en lugar de la calidad; y al disponer de todo el poder para sí , se convierte, por la inercia de las cosas, en “déspota” que gobierna con la razón exclusiva de la fuerza otorgada al voleo previamente por la masa de inconscientes borregos que son, en definitiva, los culpables de que el régimen se sostenga.
No hacía falta sacar a colación el ejemplo del “felipismo” subvencionante para comprobar la innata perversidad institucional del Régimen monárquico: las mentiras de cualquier Gobierno surgido de esa forma quedan impunes en la supuesta sede de la llamada soberanía popular; la aplicación de la regla de la mayoría, fuera de su ámbito legislativo, como rodillo que aplasta a las minorías; la prohibición al seudo-Parlamento de toda investigación fiable de las corrupciones de partido (estamos en un régimen partidista).No hacía falta la experiencia del “mal de mayoría” para saber por anticipado que, sin cautelas constitucionales para evitarlo, lo que llaman democracia puede hacer superfluo el despotismo de la dictadura. Que es  el verdadero régimen en el que nos encontramos, le pese a quien le pese y por mucho que algunos "intelectuales" digan lo contrario.
Madison y Jefferson, fundadores de la democracia moderna, denominaron “despotismo electivo” a un régimen constitucional sin división y sin contrapeso de poderes, sin garantías del derecho de oposición de las minorías al poder de la mayoría. Y esta, precisamente, es la situación creada por la Constitución española eternamente en transición, prevista para un régimen oligocrático sin mayorías absolutas.
Basta que se produzca la “anomalía” de que un partido obtenga esa mayoría para que la oligocracia partidista se transforme en una despótica monocracia electiva. El Parlamentito o chiringuito de amigos del seguidismo queda invariablemente sometido al dictado del Gobierno, a la inmoral conveniencia del partido estatal reinante de que no se investigue la corrupción en su propio seno o de que no se estorbe su dominio legislativo y su arbitrariedad ejecutiva.
Y así pasan los días y los años, y los borregos siguen balando en clave de queja desde el mismo instante posterior a haber legitimado a sus pastores, que hoy no los llevan por caminos y veredas, de buenos pastos sino que los montan en vagones directos al Auschwitz de su ruina.  ¡Qué mala es la indolencia; que atrevida la osadía del ignorante y cuanto aprovecha a regímenes despóticos esa actitud!.
Que con sus migajas se les atragante mientras ven en la tele al hijo del Borbón pretendiendo, como su padre, colarse "de extranjis" en la jefatura del estado español, que es lo mismo que decir hoy, una mierda con chorreras. ¡ Vaya plantel de indocumentados mentales !

Volver a la Portada de Logo Paperblog