Revista Salud y Bienestar

Desprecio por lo que no tiene precio

Por Jas

Desprecio por lo que no tiene precio



Desprecio por lo que no tiene precio

  

 Un hombre compró una nevera nueva y, para librarse de la vieja, la dejó enfrente de su casa con un cartel que decía:
"Gratis. Si la quiere puede llevarsela".
La nevera permaneció allí durante tres días, sin que la gente que pasaba se interesase por ella.
El hombre llegó a la conclusión de que era necesario cambiar el cartel, así que elaboró uno nuevo con el siguiente mensaje:
"Nevera en venta por 150,00 Euros".
¡Al día siguiente la habían robado!

Sirva esta parábola para ilustrar el escaso valor que suele otorgársele a lo gratuito, algo que los trabajadores de la Sanidad podemos ver cada día...


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