Hace un par de días, como suele ser costumbre a primeros de mes, echaba un vistazo a las estadísticas del blog. Visitas, tiempo por visita, país de origen de la visita, ventas de ebooks y libros, etc.
Y efectivamente, poco más de un año desde su publicación, ha llegado el día en que mi libro estrella, Cómo dejar de comer compulsivamente (en la era de la insatisfacción permanente, el deseo de placer inmediato, el estrés crónico y la comida abundante), escrito intuitivamente en menos de dos semanas, ha alcanzado –y a estas horas superado– las 1.000 ventas.
Después de lo sucedido me vienen a la cabeza tres cosas:
1. Comer compulsivamente es un comportamiento mucho más habitual de lo que nos pensamos. Las visitas al blog relacionadas con búsquedas en torno a esta conducta, la ansiedad y el estrés se cuentan por miles, fluctuando entre 15.000 y 20.000 cada mes. Esto podría tener dos lecturas, una negativa y otra positiva. La negativa, obvia, es que somos muchos los que sufrimos; comer compulsivamente no es más que una respuesta inconsciente, impulsiva y adaptativa al sufrimiento interior, tal como beber, fumar, consumir drogas o porno, engancharse al deporte, comprar cosas que no necesitas, o pasarse el día apostando y jugando a juegos de azar. La positiva, no tan obvia, pero real, es que el comedor compulsivo, como cualquiera de los otros “vividores compulsivos”, no está solo, por mucho que a menudo se sienta así; la conducta de comer compulsivamente se ha generalizado o, más acorde con el momento que vivimos, globalizado. Un comedor compulsivo no es un bicho raro ni tiene por qué sentirse solo porque, sencillamente, no lo está.
2. Me siento en deuda y, sobre todo, más que obligado a dar las gracias por la confianza mostrada al comprar el libro. La esencia primera y última de este blog es compartirme, es decir, transmitir mi conocimiento y mi experiencia, como digo en mi bio, “por si a alguien le sirve, sin lecciones, ni verdades, ni dogmas”. Son muchos a los que este “punto de partida” que es el libro les ha servido, los que me han hecho llegar un feedback positivo, aunque también han habido algunos pocos que no tanto. Este agradecimiento es para todos, sin excepción; para los primeros por sus generosas palabras, y para los segundos por empujarme a seguir estudiando y mejorando mi concepción y perspectiva del asunto. Así que para cada una de las 1.000 ventas yo respondo con 1.000 agradecimientos, lo que queda en un millón de gracias.
3. Me comprometo públicamente a centrarme y dedicarme todavía más en ayudar a todo aquel que esté pasando por esto, a mayor o menor intensidad, y necesite conocer, comprender, concienciarse, aceptar y realizar un cambio, no en su conducta, sino en su relación con su contexto interno y externo, para dejar de sufrir. Una vez cesa el sufrimiento, el objetivo de dejar de comer compulsivamente se desvanece, y lograrlo es una mera consecuencia. Ofrecer cursos, talleres y seminarios, para aportar mi granito de arena en esta aventura del autoconocimiento, la autoaceptación y la autorrealización personal, es algo que está al caer. Pronto tendréis noticias.
Como no suelo dirigirme directamente al lector del blog, aprovecho este post más “informal” para también daros las gracias a todos, hayáis o no comprado cualquiera de mis libros. Cada visita, cada interacción, cada email, cada “retuit”, cada “me gusta” es una motivación más para seguir adelante, compartiendo(me).
Un abrazo enorme a todos.