Premio de Novela Fernando Lara 2017
«Una inolvidable historia de amor clandestino que atravesó una guerra y superó todas las barreras sociales.»
Cubierta de: ‘Después del amor’
“El poder magnífico del amor fue lo que me impulsó a escribir Después del amor”, dice Sonsoles Ónega en una nota final de esta novela con la que ha ganado el prestigioso premio Fernando Lara. Y es que si hay un hilo conductor en esta novela compleja, ambiciosa, profundamente humana y de múltiples facetas, ese hilo es una historia de amor. Una historia de amor que Sonsoles Ónega rescata de los entresijos de la Historia con mayúscula; porque la mayoría de los hechos que cuenta la novela ocurrieron realmente en la convulsa España de los años treinta.
De hecho, uno de los protagonistas es el militar Federico Escofet, quizá hoy poco recordado (no sólo por las generaciones jóvenes, sino porque, como ocurrió con la mayoría de los que perdieron la guerra y tuvieron que ir al exilio, cayó sobre él un manto de olvido voluntario), pero que jugó un papel destacado en la Cataluña de aquellos años; fue, entre otros cargos comisario de Orden Público de la Generalitat.
Y si los hechos de la Historia con mayúscula aparecen como un telón de fondo, la sociedad, la vida diaria, tienen una presencia mayor. Ésta es también –y ese es otro de sus aspectos atractivos- una novela costumbrista que muestra una sociedad en pleno proceso de transformación en todos los ámbitos: desde el logro del voto femenino o la incorporación de la mujer al trabajo, a la llegada de la radio a las casas españolas o de los primeros grandes almacenes. Están los usos de la clase alta barcelonesa: las veladas del Liceo, los veraneos en el Norte, aquellos caballeros que “sabían que debían vestir así, de acuerdo con su posición social, como sabían que debían opinar de determinada manera”. Y están las tiendas de la ciudad, la ropa, la moda… Sonsoles Ónega ha escrito una novela minuciosamente documentada, de modo que todo el contexto histórico y cotidiano aparece de un modo realista y vívidamente descrito, también de un modo natural, sin que esa documentación le pese al lector.
Todo lo anterior es el trasfondo de la novela, incluso teniendo en cuenta que, por momentos, la ciudad de Barcelona adquiere rango protagonista. Pero en primer plano lo que hay es una extraordinaria historia de amor, tanto más extraordinaria y hermosa por cuanto no se correspondió la efímera felicidad alcanzada por los personajes con su largo camino lleno de avatares para conseguirla.
Todo empieza con un encuentro fortuito en un tren en septiembre de 1933. Carmen Trilla y Federico no se conocen personalmente, aunque él es un militar de cierto relieve y ella, una dama de la alta sociedad, la Greta Garbo de Barcelona. Ella acaba de saber que su marido la engaña con su propia hermana y piensa que ha llegado la hora de sacudirse la esclavitud, de dejar de ser rehén de unos acontecimientos que no controla, de unas circunstancias que la obligan a actuar como debe y no como quiere. Y él, Federico, le habla con una ternura con la que nadie le hablaba desde hacía mucho.
La historia de amor que van a protagonizar Carmen Trilla y Federico Escofet estará llena de obstáculos. Los dos están casados y, aunque el divorcio se ha implantado en España, es más fácil cambiar las leyes que las mentalidades y la moral, sobre todo para las mujeres. No sólo eso, los acontecimientos políticos del país se cruzan en su vida, dada la condición militar de él.
Ya con la llegada de la República, en abril de 1931, los políticos nacionalistas catalanes habían querido proclamar una República Catalana dentro de una Federación de Repúblicas Ibéricas. El intento fue reconducido por el nuevo gobierno español, pero en 1934, cuando sectores de la izquierda se levantan contra lo que consideran un peligro para la democracia, la entrada en el gobierno de miembros de la CEDA, la reivindicación de una República Catalana vuelve a ponerse sobre el tapete. Federico Escofet, hombre de confianza del presidente de la Generalitat, Lluís Companys, se ve atrapado por los acontecimientos y por su doble fidelidad a la República española y a Cataluña. Además del impacto de esos hechos históricos en la vida de los personajes (personajes reales, recordémoslo), las páginas dedicadas a aquella crisis muestran una situación que arroja alguna luz sobre el actual problema con Cataluña. En 1934, las dos partes se sienten traicionadas por la otra y actúan convencidas de defender la legalidad republicana. Unos, la República española; otros, la República federal, separados por un muro de incomprensión.
Su actuación al lado del presidente Companys le supuso al capitán Escofet una condena a muerte de la que fue indultado. En todo caso, los días que pasaron esperando el veredicto de pena capital en el consejo de guerra y luego la decisión del gobierno de conceder el indulto, dan pie a unas páginas de alta tensión, especialmente emocionantes dentro de una novela recorrida por la emoción desde el principio. Todo, en una Barcelona que contiene el aliento, en la que, como se dice en la novela, los mercados estaban cerrados y los tribunales abiertos.
Aquellos hechos tuvieron un impacto crucial en la vida de Carmen Trilla y en su decisión –gran tema de la novela- de tomar las riendas de su propia vida. Carmen viaja a Cádiz, al castillo militar en que está preso Federico, rompiendo un eslabón más de la cadena que la ata a un matrimonio acabado. En esas páginas, la novela adquiere un aire distinto, casi de relato de aventuras a través de las peripecias sufridas por la protagonista.
Sonsoles Ónega ha escrito una excelente novela, con aires de gran novela clásica, por su extensión, por la cantidad de cosas que ocurren en ella y de facetas que presenta, un novelón para meterse dentro de la historia y vivir en ella. No es su menor punto de interés el rescatar del olvido a un personaje como Federico Escofet, uno de aquellos
militares que se mantuvieron fieles a la República. Y rescatar, sobre todo, su desconocida relación con Carmen Trilla, relación que no aparece en su biografía oficial. La novela es, como queda dicho, una gran historia de amor, de un amor que no tuvo tiempo de crecer, frustrado al poco de nacer. Y aunque la autora no entra a fondo en el erotismo, tampoco lo desdeña, presentando la relación de los personajes en unas medidas, convincentes y
delicadas escenas amorosas. No le falta un ingrediente de intriga a través de un personaje misterioso, una mujer que acecha a Federico Escofet como una sombra maligna que aparece en ciertos momentos.
“La figura de Carmen Trilla me fascinó desde el primer momento por su valentía y su lucha personal en una sociedad en la que las mujeres no estaban autorizadas a amar. Ni a pensar. Ni a construir”, dice Sonsoles Ónega. “En Carmen siempre pesó el deseo de despojarse de las cadenas de su tiempo, de construir con sus manos un futuro por incierto que fuera, de revolverse contra su condición de mujer sin derecho a amar y a desamar a un hombre”.
Lee y disfruta de un fragmento de la novela.
Sonsoles Ónega
La autora:
Sonsoles Ónega Salcedo (Madrid, 1975) ha desarrollado su carrera profesional en distintos canales de televisión. En CNN+ y Cuatro hizo crónica de Tribunales, y desde 2008 es la corresponsal parlamentaria de Informativos Telecinco, canal para el que ha informado de los acontecimientos políticos más relevantes de los últimos años.
Autora de cuatro novelas, Después del amor es su quinta obra.
El libro:
Después del amor ha sido publicado por la Editorial Planeta en su Colección Autores Españoles e Iberoamericanos. Encuadernado en tapa dura con sobrecubierta, tiene 592 páginas.
Cómpralo a través de este enlace con Casa del Libro.
Como complemento pongo un vídeo el que Sonsoles Ónega presenta su novela, ganadora del Premio Fernando Lara, “Después del Amor” en Tele7.
Para saber más:
http://sonsolesonega.com/