Es decir, si desde las instituciones
públicas parece claudicarse en el camino del empleo por cuenta ajena y se
promueve el autoempleo como alternativa, tanto que empieza a especularse con
que se convierta en una nueva burbuja, ¿no podríamos intentar destapar estas
oportunidades de emprendimiento desde el corazón de las empresas ya existentes?
No son pocos los beneficios que podríamos encontrar en esta vía.
En cuanto a los beneficios para las
personas jóvenes, por un lado su trabajo estaría tutelado por la empresa que les
acoge en su seno favoreciendo los conocimientos de gestión desde la vivencia
práctica, mejorando su empleabilidad en la propia organización o en futuras
oportunidades laborales. Así mismo el trabajo se realizaría en un equipo
multidisciplinar, mucho menos árido que el emprendimiento en solitario y
favoreciendo el intercambio de conocimiento entre los participantes. Por otra
parte la proximidad a una organización productiva, que a su vez se encuentra en
relación directa con mercado y cliente, ayuda a destapar oportunidades más
sólidas que la generación de ideas emprendedoras en contextos aislados.
Para las empresas el principal
beneficio radicaría en obtener una visión externa a la organización, y por
tanto, unos ojos que pueden destapar oportunidades allí donde la actividad
diaria, para cumplir con los requerimientos del corto plazo que nos marca la
economía actual, no da opción a ver. De esta manera se mejora desde las
necesidades reales de las empresas, para fortalecerlas y hacerlas más
competitivas.
Nos encontramos en la fase de
lanzamiento de este nuevo modelo de creación de empleo buscando organizaciones
y jóvenes interesados en pilotar esta experiencia que creemos puede aportar un
poco de luz en la densa niebla en la que se ha convertido la búsqueda de
empleo. ¿Probamos juntos?.
Laura SimónÍcaro Think Tank de Novia Salcedo
