San Éven de Bretaña, confesor. 3 de mayo.
Su leyenda es tardía, y nos dice que nació en Quimper, en el siglo VI. Su familia no era muy piadosa y cuando el niño Éven comenzó a asistir a la iglesia todos los días, su familia le echó de casa. Vivió un tiempo como ermitaño, a su corta edad, en un bosque de Nevet. Pero en esta vida solitaria no viviría sino hasta su juventud.A los 20 años se empleó como pastor del señor de Lézarscoët. En su oficio, Éven se mostró cuidadoso con los animales, y mientras él las cuidó ninguno enfermó aunque las epidemias se cebaran con los rebaños de los vecinos. Éven oraba muchas horas al día, pero nunca perdió una oveja, ni un lobo atacó el rebaño. Según nos cuenta la leyenda, su ángel guardián velaba por los animales. Por todo esto, su amo le entregó a su bella hija en matrimonio.
Éven y su esposa eran felices, y esto despertó el rencor de un pariente de la muchacha, que había aspirado a casarse con ella. Por ello un día que Éven iba de vuelta a su casa por un desfiladero, el malvado le salió al encuentro, lo empujó y Evan cayó por el precipicio. Mas cayó en el mar y pudo salvarse, nadando hasta la isla de Tristán. Fue acogido por los monjes y pensaba quedarse con ellos, cuando se le apareció San Corentin (12 de diciembre) y le dijo que debía volver a su tierra, pues le quedaba mucho bien por hacer a los lugareños.
Pero ese bien se los haría desde el cielo, pues apenas llegó a casa, enfermó y murió piadosamente. Fue sepultado en el ábside de iglesia parroquial y en el siglo XIII, con el auge del culto, se trasladaron sus reliquias a una urna dentro de la iglesia.
Es abogado contra las fiebres y los cólicos.
Fuente:
-"Vie des bienheureux et des saints de Bretagne". MALO-JOSEPH DE GARABY. St-Brieuc, 1839.
A 3 de mayo además se celebra a
Santos Alejandro y
Antonina, mártires
Ss Timoteo y Maura,
esposos mártires
La Invención de
la Santa Cruz.