¡Hola, hola! Como bien sabéis somos unos auténticos fanáticos de la Costa Brava en general y del Empordà en particular. Hoy compartimos con vosotros una destination wedding que tuvo lugar precisamente en un pueblecito de nuestro querido Empordà, en la provincia de Girona.
Organizar una boda no es una tarea sencilla y mucho menos estando a más de 6.000 kilómetros de distancia, como era el caso de Nicole y Scott, una encantadora pareja de Nueva York que quiso reunir a sus amigos y familiares más cercanos en este pequeño paraíso. Contactaron con nosotros cuando sólo faltaban dos meses para su gran día y nos dieron toda su confianza para dar forma a la boda que siempre habían soñado. Fue una boda íntima, de apenas 30 personas, con una ceremonia y un banquete con vistazas a toda la plana del Empordà y muchas, muchísimas, lucecitas y velas.
La ceremonia, que se desarrolló según el rito judío, estaba presidida por una imponente Jupá, que simboliza el futuro hogar de la pareja. Todavía se nos pone la piel de gallina cuando pensamos en la entrada de la novia acompañada de toda su familia, la mirada del novio al verla llegar… ¡Esas cosas que sólo se viven y se sienten en las bodas! ¡Cómo nos gusta este trabajo!
Ya sabéis que las luces nos vuelven locos, así que para el banquete utilizamos una combinación de bombillas Edison a diferentes alturas combinadas con las clásicas guirnaldas de verbena y una cortina de luces cayendo de un árbol altísimo. Y para terminar de rizar el rizo colocamos más de 150 velas alrededor de la piscina. Al caer la noche, en aquel pequeño rincón del Empordà, el ambiente era realmente mágico.
En fin, que sobran ya más palabras. Las fotos de Sam Docker, con quién tuvimos el placer de trabajar, dan buena cuenta de lo que fue la mágica boda de Nicole y Scott. ¡Que las disfrutéis y feliz semana!