Un nuevo año comenzó y con él los preparativos para el destino elegido esta ocasión: una recorrida por la península itálica en pleno verano. Quienes son lectores del blog saben que la mayoría de los viajes a Europa que hice fueron en invierno, un poco obligado por cuestiones de tiempos laborales y otro poco (mucho en realidad) por que creo que es en esa estación cuando el viejo continente se muestra mucho más ensoñador de lo que ya de por sí es. Hasta ahora sólo había tenido una experiencia de verano, hace diez años, cuando recorrí la península ibérica de norte a sur. Lo cierto es que no me desagradó para nada viajar en esa época pero sí sufrí mucho los vaivenes climáticos de España que oscilan entre los 15 grados de Bilbao a los casi 50 de Sevilla, donde la sensación que se tiene es literalmente estar en África.
La elección de visitar Italia en ese momento del año no tuvo mucho que ver con cuestiones climáticas (aunque sí de compromisos que me alejaban de poder viajar en invierno, tal como a mi me gusta) y todo cerró casi de modo mágico cuando conseguí un vuelo directo a Roma por Alitalia a un precio más que razonable para esas fechas.
La idea de recorrer sólo Italia era una posibilidad que nunca dejó de resonarme en cada uno de los viajes que hice a Roma y este año pensé que era una buena opción para conocer más en profundidad las maravillas que el país tiene para ofrecer y optimizar los tiempos ya que al ser tan cortas las distancias entre ciudades se puede tener un mayor aprovechamiento del tiempo sin extenuarse como cuando se cambia de país dentro del continente ya que obligan a estar en un aeropuerto y en situación de vuelo cada tres o cuatro días.
El plan de este año será recorrer la bota partiendo desde Roma y visitando algunos de los destinos más emblemáticos del territorio. El medio elegido será el tren (en esta oportunidad cambiaré los vuelos de bajo costo por los comodísimos vagones de Tren Italia y Freccia rossa que ofrecen las más bellas vistas de los paisajes italianos). En todo el trayecto sólo haré un destino internacional que será Madrid ya que este año se cumplen diez años de mi último viaje a España y, al igual que Roma, aquella es una de mis casas del corazón y con la que siempre se sueña un arribo. Les comparto en fotos los destinos que implicarán este Estate italiana 2015... por ahora este adelanto con fotos prestadas de la red... pero si esperan unos meses, en junio verán las que vaya haciendo en vivo y en directo.
Aquí les comparto en que consistirá el "Estate italiana 2015"
ROMA: una vez más la ciudad eterna como punto de partida (y van...). Esta vez la idea es hacer aquellos circuitos y lugares que pese a haber estado varias veces, por una razón u otra no pude hacer. Uno de ellos será ascender al Gianícolo para tener la vista más inolvidable que se tenga de la ciudad, tal cual como la filmó Paolo Sorrentino en La grande bellezza (y por que no, sentirme por un rato, Gep Gambardella).
El Museo Capitolino en la Piazza del Campidoglio es otro de los platos fuertes que pienso hacer en Roma. Con una de las colecciones más icónicas y mejor conservada de los restos escultóricos del imperio la visita valdrá un fotorreportaje de las galerías y toda la información para cuando lo quieran visitar.
Cerca de Roma y como si fuera una locación de un film de Tarkovsky, la visita a la Villa Adriana será una buena forma de estar más cerca del pasado y de la historia que legaron los emperadores romanos.
Fuera de Roma haré una visita de día completo al sitio arqueológico de POMPEYA para ver los vestigios que dejó aquella fatídica erupción del Vesubio y que tanto material dió tanto a nivel histórico como mítico y literario. Desde allí seguramente pasaré algunas horas en la bahía de NAPOLES, lugar cinematográfico si los hay.
Desde Roma visitaré ASISSI y ORVIETO. Desde la asunción de Francisco como Papa la ciudad se ha convertido en un centro de peregrinaje dado que es la escenografía en la que transcurrió buena parte de la vida del santo. Enclavada en medio de paisajes montañosos y con aires de medioevo es una de las pequeñas gemas que Italia guarda en uno de los mayores patrimonios culturales de la historia.
La Catedral de Orvieto está considerada entre las más importantes del mundo y sus interiores son una verdadera muestra de la variedad de manifestaciones artísticas que pasaron en Italia
MADRID: de Madrid al cielo reza un dicho. La capital española en todo su esplendor siempre es un destino para visitar ya que el aspecto ajetreado y cambiante que caracterizan a las grandes urbes la tornan siempre diferente y con algo nuevo para conocer. Seguro la visita incluirá un paseo por la Gran Vía, una tarde en el Museo del Prado, una recorrida nocturna por Chueca, Lavapiés y Antón Martín. Si el tiempo me lo permite haré un fotorreportaje mostrando el Madrid que sirvió de locación a los filmes de Almodóvar y, si aún queda un resto, planearé una escapada a la eterna Toledo.
MILANO: la cittá del mirácolo según Lucchino Visconti. Centro de moda y de encuentros culturales y financieros Milán es una de las grandes ciudades italianas, pese a ser la menos italiana de todas. Su proximidad con los países limítrofes le dieron a lo largo de los años una identidad ambivalente que se puede ver tanto en el modo de decir como de entender la vida, muy diferente al resto de los pobladores. Es muy probable que allí asista a la Expo Milano 2015, el mayor evento que lleva realizándose más de un siglo y que vale la pena visitar dado la importancia de la causa.
VENECIA: poco se puede decir del fascino de esta ciudad. El sueño de muchos viajeros que llegan al viejo continente por primera vez me tendrá como huésped durante unos días. Allí haré un fotorreportaje de la Basílica de San Marco, de cómo es vivir sobre agua y saltando puentes de un sitio al otro y de algunas de las pequeñas ciudades satélite como Torcello, Murano y Burano.
Desde Venecia una escapada a VERONA no podía faltar. Ubicada a pocos kilómetros de la ciudad acuática Verona es una de las ciudades más bellas de la región. Con la famosa Arena (especie de coliseo romano devenido escenario de nivel internacional) y el balcón más famoso de la literatura inglesa y también de la historia (sí, ese en el que supestamente Julieta se asomaba para oír las palabras de amor de su querido Romeo) se puede hacer perfectamente en un día.
BOLOGNA, centro escolástico del medioevo y sede de la universidad más antigua de Europa es una ciudad encantadora, pequeña, llena de colores, con la mayor población joven de la Toscana y una gastronomía que va mas allá de la salsa que se le adjudica y que, al parecer, no le corresponde.
FIRENZE: la segunda ciudad que después de Roma debería ser catalogada como eterna. Centro histórico, cultural, artístico y científico del mundo renacentista aún hoy mantiene su esplendor e hidalguía pese al paso de los siglos. Con una de las vistas más utilizadas por el cine y con un tesoro cultural magnánimo (que abarca desde el David de Michelángelo a los frescos de Botticelli) Firenze embelesa y bien vale la pena una vuelta. La primera y única vez que estuve fue en 1996 y desde entonces la reconstruí mentalmente a través de todo el material que ví de ella desde entonces.
PISA: por su cercanía a Firenze es un verdadero pecado no hacerse una escapada (y a mi no me gusta pecar, al menos en lo que a preceptos viajeros respecta). Si bien es un destino que suele estar atestado de turistas todo el año (y no cualquier turista sino esos que son capaces de sortear cualquier ridículo con tal de lograr la foto sosteniendo la torre inclinada vistas hasta el hartazgo en redes sociales) el lugar es muy interesante, mas aún si se asciende a la torre del Baptisterio, obra arquitectónica de gran nivel artístico e histórico.
Desde mi primer viaje a la Toscana las CINQUETERRE (formación acantilada constituída por los pueblos MANAROLA, RIOMAGIORE, VERNAZZA, MONTEROSSO y CORNIGLIA) fueron una obsesión y un gran sitio por descubrir. En este viaje no voy a dejar de visitarlas y hacer todas las imágenes posibles para escribir acerca del modo de vida de los pescadores que las habitan y de como pese a estar en una zona austera y con poca infraestructura se alzó como una de las zonas mas bellas y visitadas de la Liguria.
SIENA: ciudad del Palio (festividad medieval que consiste en una carrera de caballos alrededor de la Plaza principal como en aquellos tiempos). El casco histórico es uno de los mejores conservados de la región y ofrece una de las vistas más impresionantes no sólo de las cadenas montañosas que la circundan sino, también, de los miles de tejados que acompañan a las torres y campaniles de iglesia que le dan ese aire y estilo tan particular.
La vuelta a Roma tendrá un único objetivo para hecer en esos últimos días antes de volver a Buenos Aires: pasar por el Vaticano y asistir a una audiencia pública con el Papa Francisco para poder contarles luego como es la experiencia y todo lo necesario para aquellos que la quieran vivir.
En esto consistirá básicamente el Estate italiana 2015. Si alguno de ustedes estuvo en estos sitios y quiere compartir su experiencia o dejar alguna recomendación, serán bienvenidos. Ahora solo resta esperar a que llegue el momento.