Película sin mayores pretensiones que hacernos pasar un buen rato. Como suelo decir, es el típico film ameno, con el que te dejas llevar. Para que se logre esta sensación, al menos en este caso, la química de los actores ha sido lo más importante. Todos, sin remisión, demuestran una gran naturalidad, a pesar de que el guión flojea bastante y era fácil caer en el ridículo. Recomendable para sentirse bien unas cuantas horas.
Mi Puntuación: 7