Revista Cultura y Ocio
Destino, pronto y silencio (los relatos de Juliet) dentro de Escapada de Alice Munro
Publicado el 30 marzo 2016 por KovuaUna mujer en un viaje en un tren por Vancouver, una vida junto a sus padres que le darán la vuelta a sus pensamientos, por último, cree que desaparece debido a una secta religiosa. Estos son los temas que se tratan en cada uno de los tres relatos que componen la historia de Juliet. Una mujer fuerte y sencilla que un día decide dejarlo todo y descubrir la pasión, la vida, el sufrimiento y la fe todo ello se desarrolla a través de Canadá pero también al interior de la protagonista.
En Destino nos adentramos en un viajen en tren en el que su protagonista, Juliet, conoce a su amante, y que por una desgraciada casualidad, termina descansando en la casa del mismo el día después de la muerte de su esposa. En este relato nos encontramos ante la juventud y el destino, ante el azar y la imprevisión todo ello en torno a la dura de la protagonista, siempre dispuesta a avanzar pese a lo que se establece a su alrededor, tratando de aprovechar las oportunidades, algunas casi por obligación, pero sin parar de avanzar.
No había más que otras dos personas sentadas en el vagón mirador. Dos mujeres mayores, las dos solas. Juliet vio que un lobo grande cruzaba la superficie helada y lisa de un pequeño lago. Sabía que también ellas lo habrían visto. Pero nadie rompió el silencio y lo agradeció. El lobo no hizo caso del tren, no titubeó ni echó a correr. Tenía el pelo largo, plateado, sombreado de blanco. ¿Creería que lo hacía invisible? Mientras contemplaba al lobo llegó otro pasajero. Un hombre, que se sentó al otro lado del pasillo, a la altura de la butaca de ella. También llevaba un libro. Detrás llegó una pareja mayor: ella menuda y vivaz; él, robusto y torpe, lanzaba suspiros desdeñosos.
Pronto, relato en el que Juliet regresa junto a sus padres acompañada de su hija Penélope cuatro años después, allí se encuentra con la nueva vida de sus padres y sus comentarios y miedos se ven dispersos por la casa, junto con los recuerdos dispersos en objetos escondidos en recovecos de la casa. En el relato se enfrentan las duras opiniones de ambos lados pero conoceremos de cerca las de la protagonista que se enfrenta a su pasado y la forma de ser de sus padres además de juzgar las decisiones de estos y analizarlas de forma certera.
—¿A beneficio de quién es la conferencia que mantenéis ahí delante? Aquí atrás el viento no deja oír. Sam contestó en voz alta: —Nada de particular. Le preguntaba a Juliet si su compañero sigue pescando.
Eric se ganaba la vida pescando langostinos desde hacía muchos años. Empezó por estudiar medicina. Aquello se acabó porque le hizo un aborto a una amiga (no a una novia). Todo anduvo bien, pero la historia salió a relucir. Es algo que Juliet tenía pensado revelar a padres de ideas tan avanzadas. Tal vez quisiera pintar a Eric como hombre educado, no como un pescador cualquiera. Pero ¿qué importaba eso ahora que Sam era verdulero? Y, además, a lo mejor su amplitud de criterio no era tan de fiar como ella creía.
Por último, Silencio, y tras veinte años, su hija Penelope desaparece, quizás por la rebeldía de la edad y que la hace sospechar que en las redes de una secta. Todo ello hace enfrentarse a la protagonista a los mismos dilemas planteados a sus padres ahora desde su punto de vista. Esta narración es la más cercana a la protagonista pues se abre al lector narrándonos cada uno de los duros sucesos que transcurren en el pequeño pueblo costero en el que se sitúa y que se verá obligada a dejar atrás. Todo ello hace que el texto concluya y conozcamos la vida de Juliet a lo largo de los tres textos que hacen del mismo una “novella” debido a su extensión.
En la corta travesía en ferry desde Buckley Bay a Denman Island, Juliet bajó de su coche y se instaló en la proa del barco donde soplaba la brisa veraniega. Una mujer la reconoció y empezaron a hablar. No es raro que la gente eche una segunda mirada a Juliet, se pregunte dónde la ha visto antes y a veces lo recuerde. Aparece con regularidad en el Canal Provincial de Televisión, entrevista a personas que llevan una vida singular o notable, modera con habilidad paneles de debate en un programa llamado Temas del día. Ahora lleva el pelo muy corto, todo lo corto posible, un pelo que ha tomado color rojizo oscuro y entona con el color de la armadura de las gafas. Suele usar pantalones negros —como hoy—, una camisa de seda color marfil y de vez en cuando chaqueta negra. Es lo que su madre habría llamado una mujer llamativa.
En definitiva tres relatos que describen una vida, la de aquellas mujeres que se ven obligadas a viajar y recorrer el mundo por los distintos avatares de la vida, también de verdades dichas en silencio y mentiras descubiertas pronto y que como la vida misma nos devuelve con crueldad un reflejo de nosotros mismos, del ser humano, en cada uno de los personajes que vagan por el Vancouver descrito por Munro, siempre tan inmenso y común, urbanizado a lo largo del tiempo. Inmerso en una narrativa que nos hace retroceder y avanzar en la vida de la protagonista para desvelarnos aspectos inesperados, que hacen mostrar zonas ocultas que cambian el sentido del texto y comprender mejor a su personaje principal, Juliet.
Almodóvar va a llevar el texto al cine y dentro de poco veremos el resultado del mismo, el director es seguidor de la escritora y llevaba trabajando en el proyecto desde hace mucho tiempo, en La piel que habito su protagonista lo lee en un fotograma de la misma, un guiño a la película que se estrenará en breve en la que aparecen como personajes principales Emma Suarez y Adriana Ugarte.