Destinos imperdibles de Venezuela

Los Roques

Para transportarse a Los Roques, imaginen un archipiélago paradisíaco donde el mar presenta distintas tonalidades de azul hasta fundirse con la arena de cada isla debido a su transparencia. Aquí se puede acampar tanto en algunos cayos como en islas pequeñas o, a precios elevados, en el “Gran Roque”, la isla de mayor tamaño. El lugar posee una gran belleza submarina debido a la enorme cantidad de corales que posibilitó la formación del parque marino más grande de América Latina. La única forma de llegar a las islas es en avión desde Caracas. Las empresas más económicas que ofrecen este servicio son Chapi Air y Aerotuy. Una vez en la isla principal, si uno desea conocer los distintos cayos debe viajar en lanchas que lo llevan y traen en el día. Los precios suelen duplicarse en comparación a los de tierra firme debido a que reciben turistas principalmente del viejo continente.

Parque Nacional Morrocoy

Se trata de un conjunto de cayos rodeados de manglares, palmeras, arenas finas y un mar con una transparencia que sorprende. Se puede llegar desde los pueblos costeros de Chichiriviche o Tucacas ubicados en los extremos norte y sur del parque, respectivamente. Cada pueblo se encuentra cerca de un grupo de cayos por lo que el precio de la lancha equivaldrá a la distancia que allá entre tierra firme y la isla. Ambos pueblos poseen infraestructura hotelera y gastronómica para el turista. A ellos se puede llegar en autobús desde Valencia, calculando entre cuatro y cinco horas de viaje. Una segunda opción de alojamiento es acampar ya que se encuentra permitido en algunos de los cayos, como por ejemplo “Cayo Sombrero”.
Este parque posee paisajes hermosos pero lamentablemente la suciedad de los cayos y la negligencia de los visitantes en el trato de residuos, opacan el entorno. En las playas se pueden ver grandes cantidades de botellas plásticas y envases de snacks, además de colillas de cigarrillos y chapitas de botellas.

El Salto del Ángel

Siendo el salto más alto del mundo, se trata de uno de los destinos más imponentes e imperdibles de Venezuela. Para visitarlo sólo hace falta ir al Parque Nacional Cainama: un paraíso natural que ofrece ríos, selvas tropicales y mesetas rocosas con millones de años de antiguedad. El camino hacia el salto es una aventura en sí misma ya que se encuentra repleta de pequeñas cascadas envueltas en nubes de vapor. Con frecuencia te sorprende una leve llovizna que destaca el aroma a selva mojada.  Estas cataratas ofrecen un escenario único que no escapa a las fotografías de los turistas que realizan el recorrido.

Como todo sitio increíble, el Salto del Ángel también está relacionado a mitos y leyendas locales. Para los nativos de la región, la montaña, que guarda a ésta imponente caída de agua, es sinónimo de malos augurios y espíritus terroríficos. Impulsados por este mito bautizaron a la montaña Auyantepuy  o “Montaña del Infierno”, seguros de que la fuerza del agua podía sólo ser producto de la furia de algún espíritu maligno.

Mochima

Este pueblo de pescadores, que se encuentra entre los estados de Sucre y Anzoátegui, guarda un encanto sin igual ligado al caracter paradisíaco de sus playas. Sus entretenidas excursiones permiten disfrutar al máximo de la naturaleza local por medio de paseos en barco e inmersiones con delfines, entre otras actividades. La lista de mamíferos y aves marinas que pueden encontrarse en este destino es amplia incluyendo a la gaviota, el alcatraz y la tijereta de mar. Los crustáceos y moluscos son protagonistas no sólo de su fauna, sino también de su gastronomía, a la que se suman también las típicas empanadas venezolanas de harina de maíz.

La excursión favorita por excelencia es el paseo en lancha que incluye una visita a la bella Playa Blanca. Algunos viajeros son afortunados y logran avistar delfines e incluso ser acompañados,  a un lado y otro de la embarcación, por estos mamíferos que poseen un nado pintoresco.