Ya estamos en la segunda semana de mayo, lo que significa que, poco a poco, se acerca esa época del año que todos esperamos con unas ganas locas: ¡las vacaciones de verano!
Es por eso que, aprovechando que muchos de nosotros estamos pensando ya en que destino turístico nos enamora más, este viernes les traigo algunos destinos turísticos especialmente interesante para aquellos que aman la naturaleza . y que buscan escapar no sólo del trabajo, sino también del ruido y la polución de las ciudades.
¿Preparados? ¿Listos? ¡A coger la mochila! :D
Leones marinos, canguros, koalas, walabíes, pingüinos, aves. Escarpadas formaciones rocosas, cuevas subterráneas, verdes parques nacionales. Playas y bahías donde practicar natación, snorkel, buceo y pesca. ¿Se puede pedir algo más? Kangaroo Island es un paraíso ecológico para los amantes de la naturaleza.
Situado en las montañas de Alatau Kungey, se trata de un lago de 400 metros de longitud y hasta 30 metros de profundidad que se formó como resultado del terremoto de Kebin, en 1911.
Tras un enorme deslizamiento de tierra que formó un dique natural, el lago Kaindy comenzó a acumular agua y cubrió las Picea Schrenkiana, una especie de árbol de la zona. Es así como se transformó en uno de los bosques sumergidos más impresionantes del mundo, cuyo paisaje natural se ha convertido en un lugar de especial interés para los aficionados a hacer submarinismo, que desafían las bajas temperaturas del agua.
Al ver cualquiera de estas fotografías sería fácil imaginar alguna playa tropical, ¿a que sí?
No se a ustedes, pero me resulta especialmente impresionante saber que se puede encontrar una playa de estas características en el Círculo Polar Ártico.
Ubicado en el archipiélago de Lofoten, Værøy cuenta con una anomalía ocasionada por la Corriente del Golfo, que provoca que sus temperaturas disten mucho de lo que podríamos esperar de ese extremo del planeta: nunca bajan de 0º. Además de sus espectaculares paisajes, sus principales atractivos turísticos son la exploración de la naturaleza local y la pesca.
La grandeza de este parque forestal reside en sus peculiares formaciones montañosas con forma de columnas, que se dice sirvieron de inspiración para James Cameron a la hora de crear el paisaje de Pandora, para la película Avatar.
Se trata de un parque con un área de 4800 hectáreas, declarado Geoparque Mundial por la Unesco en 2004, que cuenta con más de 702 especies de 102 familias vegetales distintas, algunas de ellas exclusivas de la zona. Aun con esta basta diversidad vegetal, su principal atractivo son los complejos rocosos producto de años y años de erosión, así como el color rojizo de las piedras al atardecer.
El pequeño pueblo de Étretat, en Normandía, descansa a los pies de unos enormes acantilados, que impresionan por su color blanco y su verticalidad, así como por la presencia de arcos naturales rodeados de un precioso mar de color azul intenso.
Son muchos los pintores, entre ellos Monet y Delacroix, que han tenido el placer de plasmar su geografía en sus obras. Sin embargo, por lo que cuentan las personas que han visitado el lugar, ninguno de ellos ha logrado captar la paz, tranquilidad y libertad que se respira al contemplar el mar desde la playa.
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