Comenzamos el fin de semana con la segunda parte del post con fantásticos destinos turísticos naturales.
Las vacaciones de verano están cada vez más cerca... ¿Se animarán pro alguno de estos? ¿O es que ya encontraron su favorito en el post de la semana pasada?
Ubicado en la isla de Mondanao, Filipinas, es un río que desemboca en el Océano Pacífico, en Surigao del Sur. Se le conoce también como el "Río Encantado", debido a que se desconoce su origen, que comienza a más de 20 metros de profundidad.
De aguas mansas, hipercristalinas y azuladas, esta piscina natural es considerada uno de los atractivo turísticos más hermosos de Filipinas. Y no es demasiado difícil entender por qué.
Considerada una de las regiones más lluviosas del mundo, el estrecho de Milford Sound puede presumir de contar con uno de los paisajes más hermosos de nuestra hermosa Tierra, y un lugar espectacular para visitar, siempre que no les moleste que los días de sol sean más bien escasos a lo largo de todo el año.
Este estrecho fue esculpido por glaciares durante la Era del Hielo, por lo que el principal atractivo de esta zona al sur de Nueva Zelanda es lo particular de su accidentado y abrupto paisaje, lleno de acantilados que se elevan desde el agua y que pueden alcanzar una altura de 1200 metros. De las cimas de las montañas se escurre y desciende el agua formando hermosas cascadas, que se multiplican en los días de lluvia regalando un espectáculo casi mágico.
El cañón del río Uvac es una reserva natural que se encuentra al suroeste de Serbia. Escajado entre las montañas Zlatibor y Zlatar, cuenta con una belleza natural capaz de dejarte con la boca abierta.
La zona regala un paisaje lleno de color, que potencia su encanto y da vida a las sinuosas superficies de sus montañas, llenas de miradores en la parte superior, y de cuevas escondidas, a las que se puede acceder si se hace el recorrido en barco.
Este espectacular paisaje pertenece a la playa Algar de Benagil, una playa escondida situada en el Algarve portugués.
Se trata de una amplia cueva a la que sólo se puede acceder a través del mar, ya sea en kayak, nadando o en colchoneta. Cuenta con una playa de arena en su interior, a la que entra el sol gracias a un gran óculo natural en la parte superior.
Vatnajökull es el glaciar más grande de Europa y el tercero del mundo, después de los de la Antártida y Groenlandia. Con una superficie de 8300 metros cuadrados, el grosor medio del hielo es de 500 metros, llegando en algunas zonas a superar el kilómetro de espesor.
La naturaleza se transforma constantemente, ya que las cuevas toman forma cada año durante el invierno, regalando maravillosos paisajes a todos los fotógrafos y exploradores que los visitan en las diversas expediciones. Con cientos de tonalidades diferentes de azul, las cuevas de hielo de Vatnajökull cuentan también con ríos y lagos, además de varios volcanes durmientes bajo su superficie.