- La cabina del avión estaba fabricada con cartulinas.
- En la estación espacial, entre los aparatos electrónicos baratos adquiridos en una casa de empeños, destaca de manera reseñable una señal luminosa robada de una obra cuando el guarda estaba en su turno de noche medio adormilado.
- Los platillos volantes son llantas de coches movidos por hilos sujetados a varillas, siendo los precursores de los teleñecos de Jim Henson.
- Las lápidas y cruces de relleno del cementerio fueron hechas de papel.
- El coche de policía cambia de modelo de un plano a otro.
- El día y la noche tienen cabida en una misma secuencia, como si los eclipses solares se hubieran sucedido de manera continua por intermediación divina.
- La entrada a la cabina de pilotos consta de una cortina de andar por casa.
- Uno de los actores, John Breckinridge, interpreta sus escenas leyendo sin tapujos de un papel pegado en el suelo.
El argumento de la película era prometedora para la época: unos extraterrestres malévolos inician el Plan 9 para transformar los cadáveres de los camposantos en zombis asesinos. Su motivo para tal perversión no es otro que la simple excusa que en los años cincuenta ya los seres humanos éramos un peligro evidente para el equilibrio natural de la galaxia, con las invenciones bélicas dañinas de la bomba atómica y un futurible explosivo llamado “solaronite”, que cuando fuera desarrollado por los científicos de la tierra destruiría el sol y la totalidad del universo.
Seguidamente, procedemos a ilustrar el artículo de "Plan 9 del Espacio Exterior" con unas instantáneas gráficas personales.
Foto 1. El actor Thomas Mason ejerciendo de doble del fallecido Bela Lugosi.
Foto 2. El actor luchador Tor Johnson actuando como el fenecido inspector Clay, resurgiendo a la vida desde la tumba.
Foto 3. Un primer plano terrorífico del referido Tor Johnson reconvertido en zombi.
Foto 4. La actriz Vampira en todo su esplendor en su garbeo por el cementerio.
Como colofón a este reportaje, comentar brevemente el "Efecto Ed Wood" en el fenómeno ovni.Supuestamente, cuando un testigo de primer nivel obtiene pruebas irrefutables del avistamiento de un platillo volante, intervienen los nada amigables Hombres de Negro, convenciéndole de lo absurdo de su testimonio, insinuándole bajo los efectos de la hipnosis más aberrante que su confusión venía debida a haber presenciado la película "Plan 9 del Espacio Exterior" de una sentada.