Revista Cultura y Ocio
Llevo unos días leyendo poco. El calor me aplana y quizá no encuentre el libro del verano. Mis veranos han sido marcados por grandes libros. Libros épicos que llenaban mi adolescencia y juventud y que devoraba en la maldita hora de la siesta.
Ahora, con el calor y el trabajo veraniego leo poco. Tampoco sabría decir por qué pero espero al menos encontrarme con ganas de sumergirme en un gran libro, en la montaña mágica por ejemplo. Pero no sé. De todos modos quería hablarles de otra cosa... hace poco vi que algunos querían hacer un grupo en facebook, un grupo que se llama o llamará no sé todavía: Odio que me destripen los libros en la contraportada. Ahí me quedé pasmada, todo hay que decirlo y empecé a pensar que a mi la verdad me da igual que destripen mis libros favoritos en la contraportada porque no me importa lo que me cuentan, me importa el cómo me lo cuentan. Me da igual que alguien me cuente el argumento de Luz de Agosto o de La Montaña Mágica o del Ulises... ¿qué importa lo que cuentan? Da igual, lo importante en los grandes libros, los que quedan, los que se graban en la mente colectiva, los que nos hacen sentir la maravilla literaria es cómo lo cuentan. En perder teorias Vila Matas recoge una curiosa teoría sobre la literatura, los argumentos viene a decir son cuatro, luego te los cuentan de un modo u otro. Supongo que quienes creen que les "destripan" los libros en las contraportadas no se plantean que quizá lo importante es el modo de contar, que se quedan en la piel, que leen como si fuese un medicamento, que lo único que les importa es la mínima variación de los temas universales. Y quizá haya escritores que sólo escriban eso, variaciones mínimas de temas ya conocidos, del amor,del tipo que se mete en problemas y luego sale de ellos, del tipo que se enamora y luego pasa algo que hace que se transforme para conocer el amor verdadero... variaciones insustanciales. ¿A eso va la literatura actual? Qué pena la verdad. Por mí , sigan destripandome los libros en las portadas, si realmente me lo cuentan de modo novedoso y con el lenguaje que golpea como un mazo, seguiré leyendolo entusiasmada, si es más de lo mismo, creo que acabarán en la papelera al primer capítulo.
Disfruten de sus lecturas veraniegas.