Música para otras épocas. No nos damos cuenta de la relación que tiene la música con el tiempo. Cómo cambia la percepción según colocamos la marca en el calendario. Temas aclamados en un pasado y que fueron devorados por el olvido para mas tarde transformarse en pasto de la avidez revivalista. Hay música que pertenece al tiempo y por mucho que se saca de contexto no deja de pertenecer a su tiempo. Recuerdo la primara vez que cayó en mis manos un disco de Roxy Music…
Dan Bejar –además de colaborar con The New Pornographers- realiza desde hace más de una década álbumes bajo el seudónimo de Destroyer, banda afincada en Canadá. De un tiempo a esta parte, la marca Canadá es garantía de que no vas a tirar el dinero cuando te compras un disco. Los temas que conforman Kaputt bien podrías haberlos escuchado en otros discos nacidos en los años 80. ¿Roxy Music? ¿Inxs? ¿Sade? ¿Simply Red? Pero cada reminiscencia de estas bandas libera una descarga de asociaciones emocionales. Kaputt arrambla con estas conexiones y las transporta al plano más personal; no es posible la objetividad frente a estos nueve temas.
Es un álbum melancólico, en el que el tiempo escapa sin remisión entre escucha y escucha. Un disco complejo, que se balancea entre aire jazzy, trompetas reverberadas y sintetizadores de los primeros 80’s. Pop suave de media tarde, de cita en un café mientras llueve fuera. Es la banda sonora que se ejecuta al recordar lo feliz que fuiste en otro momento.
La belleza cubre la superficie del sonido de Kaputt, los ritmos son relajados y centrados, el jazz se hace poppy y la voz somnolienta de Bejar enfatiza el conjunto. Muchos de sus temas parecen tener vida propia, deambulan sin rumbo fijo y sin melodía dominante. Bejar crea música y ésta crece sin ayuda.
Kaputt es de esos discos que llegan muy de tanto en tanto, melodías expansivas desde el inicio hasta el final. Ya desde Chinatown nos encontramos frente a un irresistible duelo entre bajo y percusión que forma la banda sonora perfecta para esos días que pisamos charcos por la calle en compañía de Brian Ferry. Duetos jazzy y juegos eróticos. Cliché cinematográfico. Es algo parecido a lo que se podría sentir cuando se escucha el saxo de Downtown. ¿Saxo? ¿Coros? Ferry bajo luz roja en el tiempo inmóvil. Y no te sientes kitsch ni mucho menos.
Las primeras notas de Savage Night at the Opera se abren en territorio de Pet Shop Boys para diluirse en la onda de un montón de bandas, incluyendo New Order, The Cure y Depeche Mode. Y para cerrar este trabajo, la prodigiosa e incongruente Bay of Pigs sobresale por méritos propios. Un tema largo e imprevisible que vio la luz como sencillo en 2009 y cuya textura poco tiene que ver con el resto del conjunto. Sería una lástima que semejante tema quedara sólo como sencillo y se perdiera.
En definitiva, Kaputt es una oda a una era vilipendiada, olvidada por conveniencia; un trabajo sencillo en apariencia que esconde emoción y cinismo a partes iguales. De escucha obligada.
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