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Destruyendo mitos 3: los esclavos y las pirámides

Publicado el 04 marzo 2018 por Ad Absurdum @AdAbsurdumBlog
Llegamos tarde: gracias al Canal Historia todo el mundo sabe ya que las pirámides no las hicieron esclavos, sino aliens. Y gracias a Hollywood todo el mundo sabe que las pirámides no las hicieron esclavos, sino mamuts. Sin embargo, la mayoría de la gente sigue pensando en esclavos cuando piensa en la construcción de las pirámides.
Destruyendo mitos 3: los esclavos y las pirámides

Afortunadamente, la ciencia nos ofrece explicaciones más razonables a todo esto: ni esclavos, ni mamuts, ni aliens. A día de hoy sabemos que los constructores de las pirámides cobraban por su trabajo, y además eran humanos.


Destruyendo mitos 3: los esclavos y las pirámides
Dejando a un lado las cuestiones técnicas sobre cómo se construyeron, a día de hoy tenemos pruebas suficientes como para saber que la única maravilla de la Antigüedad que ha sobrevivido hasta nuestros días fue en realidad construida por obreros asalariados y cualificados.Una de las pruebas más llamativas que tenemos es muy curiosa: la primera huelga de la que se tiene constancia en la historia. De ello nos habla un papiro conservado en el Museo Egipcio de Turín, y en él se recoge que, tras varios retrasos en el pago, los obreros que participaban en las construcciones faraónicas decidieron cesar su trabajo y hacer una protesta frente al templo de Tutmosis III en Medinet Habu.

Destruyendo mitos 3: los esclavos y las pirámides

Aquí, de manifa con la marea esclava

Sus demandas estaban claras: querían la comida, ropa y bebida que se les debían desde hacía 18 días. Y pedían que sus exigencias fueran trasladadas al faraón Ramsés III antes de volver al trabajo.De haber sido esclavos, ya tuvieron narices de llevar a cabo tal protesta. Pero es que además ni en el papiro, ni en ningún otro sitio, se nos dice nada de que la huelga fuera reprimida.Otro detalle que arroja luz sobre la supuesta esclavitud de los constructores de las pirámides es que existía una exhaustiva contabilidad de los materiales, horarios y personal de las obras.En esta contabilidad, los escribas dejaron incluso listados de obreros con sus correspondientes faltas justificadas. Y esto es lo mejor de todo, los motivos que se consideraban justificables, entre los que encontramos desde estar borracho a la necesidad de fabricar cerveza para una inminente celebración, pasando por la celebración de un cumpleaños u obras en la propia casa. Por no hablar de que aparece también reflejado algún caso en el que el obrero había faltado al trabajo a causa de una paliza que le había propinado su esposa (la verdad es que no se nos ocurre una causa más justificada que esa).No sabemos vosotros, pero nuestra idea de la esclavitud era distinta a esta...Ahora bien, ¿quiere esto decir que en Egipto no había esclavos? Pues no, claro que había esclavos en Egipto. Pero estos esclavos se dedicaban a otros trabajos más domésticos, y otros tan duros o más que los de la construcción de pirámides, pero desde luego no se emplearon en la forma que solemos pensar y que nos muestran las películas.
Destruyendo mitos 3: los esclavos y las pirámides

En cualquier caso, aquí no hemos hablado de nada nuevo, y los ejemplos que hemos puesto son dos casos anecdóticos. Ya en 1991, durante el Congreso Internacional de Egiptología que se celebró en Turín, varios especialistas demostraron que no existía esclavitud en torno a las grandes obras faraónicas, sino que el trabajo se realizaba a cambio de pagos en especie: trigo, pescado, legumbres, incluso a cambio de ungüentos y cerveza. Además, en el mismo congreso se demostró la existencia de asociaciones de trabajadores, similares (manteniendo muchísimo las distancias) a los sindicatos actuales.Sin embargo, aunque esto se expuso públicamente en 1991, Hollywood y el resto de industrias relacionadas con los medios de comunicación continúan dibujando una caricatura sin rigor alguno, pero eso sí, mucho más rentable.

Destruyendo mitos 3: los esclavos y las pirámides

  • Parra, José Miguel (2015). La vida cotidiana en el Antiguo Egipto. La Esfera de los Libros.

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