Revista Cultura y Ocio

Desventuras de un jugón. Capítulo 1: Battlefield 3, la campaña.

Publicado el 11 noviembre 2011 por Itoldyouso

-¿Qué te has comprado esta vez? ¿Otro juego?

-No mamá, es un libro- Respondí observando con ansia la cajita de cartón que mi madre había sacado del buzón un par de días atrás (uso su dirección porque tengo complejo de nómada y no sé muy bien dónde voy a estar al terminar el mes), sabiendo que contenía mi sumamente deseado Battlefield 3, traído desde la mismísima Gran Bretaña.

-¿Un libro? Te voy a dar yo libro…

A pesar de su expresión de desaprobación, yo estaba contento, y no veía el momento de salir corriendo de casa de mi madre para meter el blu-ray en mi ps3 y pasarme largas horas sin mover más que las pestañas y los dedos.

Debo confesar que no soy amante de los FPS, me gusta ver a mi personaje moverse por los escenarios y realizar los movimientos que yo le diga que haga, ver cómo esa personita virtual obedece a la perfección todas mis órdenes sin cuestionárselo si quiera, aunque sean lo más indecente, inmoral o suicida que se me pueda ocurrir. Sí, me gusta sentir que tengo el control. ¿A quién no? Y creo que también debo confesar que no me gustan los CoD. Me lo he pasado muy bien con mis amigos jugando a pantalla partida en el Modern Warfare 2, pero no soporto el frenetismo del modo online, el ir corriendo de aquí para allá pegando tiros a todos lados y recibiéndolos hasta desde dimensiones espaciales fuera de las tres en las que estamos acostumbrados a movernos.

Pero esta vez iba a ser diferente. Battlefield 3 prometía mucho más que todo eso. Battlefield 3 iba a ser toda una revolución en los shooters bélicos. Y yo confiaba en Battlefield 3.

battlefield 3 1 reflexiones

Nada más insertar mi disco en su ranura (la de la ps3), se me cayó el mundo al suelo al ver que ya había disponible una actualización (de esas que completan los juegos que han lanzado al mercado inacabados, de esas de las que hablo aquí) de más de doscientos megas. Lo que se resume en alrededor de una hora de reloj descargando mientras miraba fijamente cómo la barrita se llenaba poco a poco (muy, pero que muy poco a poco) a la vez que se iba llenando también la barrita de mi cerebro que mide las ganas de matar.

Por fin pude empezar a jugar, y lo hice en el que yo pienso que es el modo principal de cualquier juego que no esté considerado “MMO” (y es que poco después de comprarlo me enteré de que sus desarrolladores no piensan así… más info aquí). El modo campaña.

Una vez dentro del metro en el que empieza la acción, no pude sino quedarme completamente alucinado. Un pequeño prólogo jugable corto y prometedor, en el que avancé vagón a vagón, pasando por el mismo techo del transporte suburbano, deshaciéndome de un terrorista tras otro hasta que fui aparentemente capturado por los malos. Deseaba que fuera tan sólo un pequeño adelanto de lo que me esperaba a lo largo de las horas venideras.

bf3 2011 10 28 02 57 10 99 1024x640 reflexiones

Cuando empecé las siguientes misiones, pude observar lo espectacular que es el apartado técnico de Battlefield 3, una iluminación brutal, un diseño magnífico, un doblaje y efectos de sonido soberbios… Los soldados que me acompañaban estaban perfectamente recreados en todos los sentidos, y sus movimientos eran completísimos. Los veía correr agachados para evitar el fuego enemigo, los veía deslizarse por el suelo para llegar a las mejores posiciones y los veía asentarse tomando cobertura tras alguno de entre la multitud de objetos que había en el entorno. Y entonces me pregunté: “¿Cómo hago yo todo eso?” A lo que enseguida encontré respuesta… “¿Ah, que no puedo? Bueno, pues nada…”

Los grandes y detallados escenarios llenos de objetos no servían de nada cuando me agachaba tras un muro de piedra y seguía recibiendo los balazos enemigos. O cuando trataba de cambiar de “cobertura” para ir avanzando y, aunque lo hiciera corriendo, un certero disparo acababa con mi vida tras dos o tres metros. La única manera de cubrirme de forma segura era tumbarme en el suelo tras algo sólido. Pero claro, así no veía nada. Y en el momento en el que asomaba la cabeza, en ese justo y preciso instante de tiempo en el que mi casco empezaba a sobresalir de la “cobertura”… ¡pum! Pantalla en rojo, al suelo y la manita levantada. Muerto. ¿Pero qué coj…?

Death Screen 300x168 reflexiones

“Cobertura” entre comillas, porque al intentar cubrirme en Battlefield 3 me sentía como Falete tratando de hacer natación sincronizada. ¿Os lo imagináis? ¿Veis la imagen en vuestra cabeza? Pues justo así. Moviéndome sin sentido buscando algún sitio en el que no me dieran las balas.

No sé si erróneamente, pero yo creía que esto iba ser acción más táctica, de la de barajar las distintas opciones antes de actuar, de la de ir ganando posiciones poco a poco. Y me he encontrado con todo un Metal Slug en tres dimensiones. Muy bonito sí, pero que se basa en correr y disparar. Bueno, y tumbarte en el suelo si no quieres morir en dos segundos. Sinceramente, no entiendo muy bien que sigamos así a estas alturas. Vale que a muchos les guste este tipo de desarrollo, pero ya tenemos cientos de títulos de este estilo.

Y cuando empecé la misión con el tanque… espectaculares las secuencias iniciales. Ver a todos los tanques avanzando por el desierto es una auténtica pasada. Pero a la hora de jugar seguía siendo un avanzar y disparar. Y en momentos posteriores ni si quiera avanzar, ya que el desarrollo era sobre raíles. Tan sólo tenía que disparar hacia todos lados sin saber dónde estaban los malos. Ni siquiera sabía dónde estaba yo.

bf3 tank sp 1024x576 reflexiones

Y mejor no hablo de la IA de nuestros compañeros, poniéndose en medio cada dos por tres, o de la de los enemigos y su pésima reacción a nuestros disparos, porque estaríais leyendo hasta mañana.

No me quedaba otra opción, tenía que asumir que el juego iba a ser de esta forma para no sentirme constantemente decepcionado. Pero aun así, no conseguí evitarlo, encontrando conforme avanzaba poco más que bonitos escenarios destructibles y errores de planteamiento. Tantos que tuve que dejar la campaña a medias y ver si el modo online mejoraba mis malas impresiones sobre el juego. Pero eso ya es otra historia.

Errores de planteamiento. Me gusta esa expresión (aunque preferiría no tener que usarla). No digo que haya que innovar hasta límites insospechados. Digo simplemente que se piensen un poco las cosas antes de hacerlas. Y es que es algo que cada vez me pasa más, eso de que se te ocurran decenas de formas factibles de mejorar la experiencia jugable de un título. Con mi Nintendo 64 no me pasaba, porque las posibilidades de esa consola eran las mismas que tendría Belén Esteban de ser miembro de la RAE. Pero las de ps3 y xbox 360 amigos míos… esas dos pequeñas joyas son capaces de casi cualquier cosa.

Cuando me hice con este Battlefield 3, estaba completamente convencido de que sería el juego que me volvería a introducir en el mundo de los FPS bélicos, que abandoné cuando empecé a darme cuenta de que todos son iguales (cosa que sucedió en la anterior generación). Pero es el juego que ha hecho que me dé cuenta de que no sólo son todos iguales, sino que parece que aunque tengan los medios, nadie tiene la intención de cambiarlo.


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Dossiers Paperblog