Hoy siguiendo con los post de detalles arquitectónicos, os dejamos una nueva selección con acabados de fachada que el estudio A-cero ha aplicado en diferentes proyectos a lo largo de estos años. En esta ocasión repasamos las fachadas donde el alumino es el protagonista.
FACHADAS DE ALUMINIO
Recordamos este proyecto realizado por A-cero, tras ganar con su propuesta el primer premio en un concurso para el diseño y ejecución del edificio de la Universidad de Coruña. Un trabajo que el estudio de arquitectura realizó en sus inicios, en 1.999. Sin embargo, queremos destacar que la dirección de obra fue hecha por un arquitecto ajeno a A-cero, por lo que el proyecto inicial se desvirtuó y el resultado final no es fiel a lo diseñado.
Todo ello lo encarna la fachada, realizada en chapa microperforada de aluminio anodizado, que permite la visión desde dentro del edificio manteniendo una apariencia externa de bloque macizo. Funciona como una piel mutante que durante el día refleja la luz interior. Se introduce de este modo un espíritu vital en el edificio, a la vez que se evidencia su carácter de Faro. La planta superior se libera y emerge de esta piel, resaltando así su carácter diferente al albergar principalmente estancias representativas y administrativas.
Para la rehabilitación del edificio de Mutua Madrileña en Madrid, el estudio A-cerose limitó a modificar la piel del edificio y a la colocación de elementos que le confieren un mayor dinamismo sin modificar los vanos.
La nueva piel, de panel composite de aluminio, se colocará sobre la existente en todas las fachadas. Si bien no se limita a un cambio de material ya que se colocan nuevos elementos que modifican la imagen del edificio sin alterar su volumetría ni aumentar su superficie construida.
Otro de los proyectos de reforma realizados por A-cero en la capital fue la transformación de un antiguo inmueble del centro de Madrid en un edificio escultórico destinado a la venta de mobiliario y decoración del hogar de primeras marcas.
Se trata de una edificación de 5 plantas (dos bajo rasante) con una superficie de 348,64m2 que limita por todas sus caras con bloques colindantes de viviendas, excepto por el sur que da al Paseo de La Habana.
Desde el exterior se perciben visualmente los distintos niveles al vez que se observan como forman parte de un mismo conjunto.
La edificación, situada en la calle San Isidoro en La Coruña, resuelve de forma ingeniosa y funcional los problemas planteados debido a la estrecha parcela (situada entre medianeras) en la que se encuentra el inmueble. Como resultado, se ha logrado una composición sobria y moderna, que aprovecha el área disponible y la luz natural al máximo .
En edificios industriales los paneles de aluminio también se convierten en una solución estética, como el caso de la planta de transformación de residuos de Kurata Systems, que ha sido diseñada por el estudio de arquitectura A-cero en la localidad de Barajas de Melo (Cuenca).
También para uso residencial se ha empleado como acabado de fachada una composición de paneles de aluminio blanco y vidrio negro, dando lugar a un juego de volúmenes y una composición escultórica difícil de igualar.
También es destacable, en el caso del uso del aluminio en fachadas, la imponente pérgola de aluminio laminado en gris que diseñó A-cero para esta vivienda en Madrid. Los grandes ventanales de vidrio oscuro que configuran la fachada posterior de la vivienda. Ambos elementos contrastan con la claridad del material, mármol travertino, con el que está revestida la casa de tal forma que la edificación parece convertirse en una escultura de proporciones impensables.