Cuando el bebé es pequeño, la verdad es que es difícil descubrir si puede oír o no, sin embargo cuando va pasando el tiempo y se encuentra con que el bebé es demasiado tranquilo y no se sobresalta ni es capaz de despertarse con los oídos fuertes, es posible que el bebé no oiga correctamente o tenga sordera.
Otro síntoma importante es que, como los bebés suelen tranquilizarse al oír a la madre, no se tranquiliza ante la voz de la madre o no reaccione de ninguna manera. Si además el bebé tiene que moverse o hacer algo para ver a la persona que le está hablando es posible que no oiga.
Los síntomas son muy evidentes, sin embargo a muchos padres se les puede llegar a pasar el detalle, pasan las cosas y sin embargo no le dan importancia, a pesar de ser tan evidentes como no reaccionar a ciertas circunstancias o ruidos fuertes, no balbucear, etc. Es muy importante conocer los detalles acerca de la criatura para poder detectar la sordera, para no llevarse ninguna sorpresa desagradable, para poder actuar a tiempo.
Generalmente hasta los 2 años, como mínimo, no se suele diagnosticar realmente si se trata de sordera, aunque se pueden empezar a conocer antes los primeros síntomas. Es necesario que cuando se sospeche que el bebé no oye se acuda inmediatamente al médico para que pueda detectar si se trata de eso o otra circunstancia.