Hace poco leí una noticia en la que se decía que había sido detenida una madre por dar un cachete a su hija. Por lo visto la paranoia que nos rodea no tiene límites y ni siquiera le podemos dar un cachete a nuestros hijos. Bueno, en mi caso tengo claro que no, desde hace tiempo, porque ya lo tengo crecido, pero… ¿qué tiene de malo un cachete o un coscorrón en un momento dado? Yo no me considero un hijo maltratado por el hecho de haber recibido alguno que otro en mis tiempos mozos. ¿Qué es lo que ha cambiado para que nos hayamos vuelto tan «sensibles»?
Me parece ridículo que haya sido detenida una madre por dar un cachete a su hija
Detenida una madre por dar un cachete a su hija. Estamos gilipollas
Ridículo es poco, me parece indignante. No hablamos de una paliza ni de malos tratos continuados, sino de algo que cualquiera que haya sido padre habrá hecho alguna vez y no por ello nos hemos de sentir culpables… Aunque visto lo visto, más de uno quiere que sí, que nos sintamos muy culpables, como si de verdad hubiésemos cometido algún crimen nefasto.
Un vecino avisó a la Policía porque había oído gritos en la vivienda, y cuando llegaron los policías, según parece por los testimonios, encontraron a la madre más asustada que a la hija de diez años. El motivo de la reprimenda: la niña llegó dos horas tarde del colegio y no era la primera vez. Claro que eso es un derecho inalienable de una niña de diez años y nada tiene que hacer su madre para evitarlo… ¿Qué se habrá pensado? ¿Que tiene que hacer lo que ella quiera?
La niña sale a las 14 horas del colegio y su madre, al ver que no llegaba va un tiempo después a buscarla ver qué había ocurrido y la informan de que la criatura había salido a la hora habitual. Así y todo, no llega a casa hasta pasadas las 16 horas, y por lo visto sin muchas ganas de dar explicaciones.
Los agentes de policía, siguiendo con su peligrosa misión vecinal, y posiblemente escoltados por el preocupado vecino, acaban deteniendo a la madre y se la llevan a comisaría, saliendo a las 21 horas, citada para declarar al día siguiente en el juzgado de guardia. Mientras, la menor fue trasladada al hospital, donde comprobaron que no tenía ninguna lesión.
Recordemos por si acaso: Darle un cachete a nuestro hijo menor de edad puede suponer hasta un año de prisión y tres años de alejamiento y de privación de comunicación por un delito de violencia doméstica.Manda h…
Ramón Cerdá