Cerca de las 9 de la mañana del domingo 17 de mayo del año en curso, el Coordinador de Protección Civil Municipal de Salinas de Hidalgo (San Luis Potosí) atendió un reporte por parte del señor Celso Páez, hermano de Antonio Venancio Páez Galván (Presidente Municipal de ese mismo municipio), quien declaraba que una jauría de perros bravos habrían matado a sus gallos tras lograr meterse al gallinero.
Dichos canes supuestamente terminaron con la vida de 32 gallos de pelea pertenecientes al hermano del Presidente Municipal, por lo que fueron capturados y llevados -a base de golpes- a la Dirección de Seguridad Pública por parte del personal de Protección Civil.En ese lugar encontraron encerrados por un tiempo como si de criminales se tratasen, situación que causó la burla de la población. Posteriormente fueron echados al patio de la comandancia municipal.
Se cuenta que durante su estancia en la DSP, una perrita en específico sufrió de varios ataques por parte de los trabajadores municipales, los cuales le causaron heridas tan significativas que finalmente murió y se escondió el cuerpo .
Algunas asociaciones animalistas intentaron ayudar para poner en adopción a los perros, después de su debida esterilización, sin embargo se les negó la posibilidad. Al recibir esta respuesta, decidieron solicitar su liberación de acuerdo a los términos del programa «Atrapa, Esteriliza y Libera», pero el Director de Protección Civil Municipal Julio César Navarro Dávila optó por comunicarse con el Director de la Zona de Control Canino, el veterinario Retana, para pedir que estos perros se sacrificaran en la capital del estado.