Este es uno de los libros que ha adornado mi estantería durante años, y eso que lo compré por lo mucho que me apetecía probar con el autor, que ya tenía un montón de novelas en el mercado y decían los amantes del género que es un exponente a tener en cuenta. Con esta novela me estreno con mi reto, doce meses doce libros, y al mismo tiempo participo en tres retos más... Eso si es que es aprovechar bien el disparo no creéis?
El titulo estaba descatalogado hasta que Bruguera lo rescató para su sello Zeta, yo tengo una edición límitada de Zeta bolsillo en tapas duras y cubiertas, con su hilo separador que es una gozada, aunque para ser sinceros después de su lectura no le veo mucho sentido a la portada, pero empiezo a pensar por lo que he ido investigando que puede hacer referencia a la película que adaptó para el cine y protagonizó Clint Eastwood y que introdujo algún que otro cambio que no sentó muy bien al autor.
Parece que he elegido una buena novela para estrenarme con Michael Connelly a tenor de lo que he podido ir pescando por la red, lo que si aseguro que no será la última, a pesar de que ya se que si no hilo muy fino no me volveré a encontrar con Terry McCaleb que con su humanidad me ha robado el corazón.
El autor
Michael Connelly nació en Filadelfia en 1956 y es considerado uno de los mejores autores de novela policíaca estadounidense, sus novelas más conocidas están protagonizadas por el Detective del Departamento de Policía de los Angeles, Harry Bosch. Es un rendido admirador de Raymond Chandler cuya obra empezó a leer mientras estudiaba Periodismo en la Universidad de Florida en la que se licenció en 1980. En 1986 un articulo publicado con otros dos periodista le valió ser finalista del premio Pulitzer y un billete para trabajar en Los Angeles Times como reportero criminal.
Tres años después publicaría su primera novela El eco negro, basada en un hecho real y protagonizada por Bosch, con la que ganó el premio Edgar en la categoría de Mejor primera novela, concedida peor la asociación de de Escritores de Misterio de América.
Tras El último coyote, su cuarta obra, abandonó el periodismo pare dedicarse a la literatura. Donde tiene series protagonizadas por distintos personajes, entre ellos la que me ocupa a mí Deuda de sangre.
Reside en Tampa con su familia y en 2012 ganó el VI Premio internacional RBA de novela negra por su novela The black box, la decimoctava protagonizada por el detective Bosch y que causó bastante revuelo.
Sinopsis
Terry McCaleb se restablece de un trasplante de corazón tras más de dos años de esperar un donante. Su tipo de sangre extremadamente extraño le llevó casi a la muerte. Dos semanas después de salir del hospital y tras haber sido licenciado del FBI, el exagente experto en perfiles sicológicos solo piensa en reparar su barco y poner rumbo a Santa Catalina, isla en la que vivió de niño.
Una mañana una mujer atractiva se presenta en su barco y le pide que investigue el asesinato de su hermana. Terry se resiste hasta que la joven le da una razón de peso que no puede obviar y decide hacerse cargo del caso desoyendo los consejos de su médico.
Se inicia de esta forma una relación entre Terry y Graciela que va consolidándose a la par de una investigación que parece no avanzar. El exagente del FBI tira mano de contactos y comienza a estudiar el caso desde el principio, con las zancadillas que le ponen los detectives de la Policía. Empieza a establecer conexiones que para los agentes habían pasado desapercibidas y a conectar casos que no hacen más que complicarle la vida.
Con el corazón al límite y arriesgándose a un rechazo, Terry lucha por descubrir al asesino, pero la verdad es dura y le golpeará en la cara. Los fantasmas del pasado vuelven a cobrar vida, y sobre todo vuelven para cobrar su deuda.
Impresiones.
Mi primer contacto con este autor no ha podido ser más positivo me he encontrado con un personaje principal tremendamente humano. Quizás el haber estado al borde la muerte y el tener conciencia que otra persona ha perdido la vida para que él salvara la suya le ha dotado de una sensibilidad que no es detectable en los agentes especiales del FBI.
Gloria Torres es una trabajadora de hábitos rutinarios que pierde su vida una noche al volver del trabajo. Atrás deja un hijo, una hermana y unos órganos que otorgan una segunda oportunidad a otras personas. Ante el estancamiento al que parece haber llegado el Departamento de Policía, Graciela su hermana decide contratar un detective que investigue por su cuenta. McCaleb es el elegido por razones obvias, tras mucho pensarlo y sin sopesar los riesgos que asume decide investigar.
Entramos así de lleno en una investigación que carece de ritmo, el exagente se encuentra con muchas puertas cerradas, callejones sin salidas y pistas que parece que no llevan a ninguna parte. Rememoraremos con él casos que investigó en el pasado y que quedaron sin resolver. Casos que todavía hoy lo obsesionan. Conocedor de las Fuerzas del Orden intuye que no le será fácil entrar en la investigación pero tampoco sospecha las trabas que encontrará en su camino.
Su mente sigue siendo igual de analítica que antaño y gracias a la colaboración del Departamento del Sheriff empieza a atar los primeros cabos, y ello poco a poco le va a acercando a Graciela y al hijo de Gloria. Nos encontramos con una investigación que con sus puntos muertos consigue enganchar al lector, que espera el próximo movimiento de McCaleb y los hallazgos que pueda encontrar.
El final es un golpe de efecto terrible que une pasado con presente en un intento de cobrar una deuda, o de servir una venganza bien fría y que bien hubiera podido colapsar el corazón trasplantado. Se inicia entonces una carrera contrarreloj para intentar cerrar casos y redimir un alma que está perdida...
Los personajes
Quizás lo mejor de esta novela sea Terry McCaleb un exagente del FBI que no ha perdido cualidades pero no está al cien por cien. Un hombre que se ha visto abocado a la muerte, y que en el último momento ha recibido un corazón nuevo y con ello una segunda oportunidad, que no sabe muy bien si merece.Ordenado, persistente, con una paciencia a prueba de bomba es capaz de revisar una y mil veces los expedientes en busca de hilos sueltos, de cabos sin atar... Posiblemente la prepotencia fuera un rasgo que ha perdido y ha ganado la capacidad de ilusionarse y hasta enamorarse.
A través de él es posible vislumbrar las limitaciones de una persona trasplantada, los sentimientos contradictorios que lo embargan, un personaje impresionante que va calando en el corazón para quedarse.
En la parte contraria encontramos al agente de la Policía de los Angeles Arrango, presuntuoso y con pocas ganas de que le pisen el terreno, él será el encargado de ir poniéndole las zancadillas para que no consiga avanzar y de paso ponerle en evidencia. Es el tipo de policía tópico, un chuleta que cree saberlo todo y que desde el principio se gana la antipatía del lector.
Jaye Winston: Investigadora del departamento del Sheriff, por una deuda contraída con McCaleb decide ayudarle en la investigación y sigue haciéndolo incluso cuando se le ordena que no lo haga porque confia en sus instintos. Arriesga mucho, y se mantiene a su lado convirtiéndose en un fiel apoyo. Es más humana que Arrango, la vemos ilusionarse, desesperarse, confiar y desconfiar, pero se mantiene ahí.
Graciela Rivers: Es enfermera, tras el asesinato de su hermana, se hace cargo de su sobrino e intenta descubrir que le pasó a Gloria, por ese motivo y ante el estancamiento policial que lo considera un atraco con victimas decide pagar a un detective. Ayudará a McCaleb en lo que pueda, e intimará con él, incluso llegará a enamorarse pero el destino no ha terminado de jugar con ellos y sus vidas darán un vuelco que pondrá la relación a prueba.
James Noone: Único testigo de uno de los asesinatos, colaborara con la policía pero se esconderá un as en la manga. No te apetece descubrir cuál?
No son los únicos personajes pero quizás si sean los más desarrollados, aunque he obviado a la pareja de baile de McCaleb, su vecino de embarcación, un tipo curioso que le sirve de chófer, amigo y coartada, un hombre al que le apasiona la armónica y las novelas de misterio y que pondrá la paciencia de McCaleb al límite en más de una ocasión.
Conclusión
Nos encontramos ante una novela que se desarrolla con lentitud, la propia de una persona que no tiene jurisdicción para investigar pero además está recuperándose de un trasplante. No hay ninguna vida en peligro y el único factor que parece dinamizar la investigación es uno externo y que desconocen tanto los investigadores como el lector.
Uno muy interesado en que avance y en que se llegue hasta la conclusión, hasta el regalo envenenado que le ha preparado al agente retirado McCaleb. Y llegar hasta allí a pesar de todas las zancadillas le causa a Terry un terrible dolor y un miedo infinito al rechazo. Una vez las cartas sobre la mes solo queda la persecución del culpable, porque sólo de esa manera podrá redimir su alma, podrá vivir lo que le quede con tranquilidad.
Es en ese momento donde la acción se dinamiza, tanto que llegas a temer por la salud de Terry, es imposible que su corazón aguante, se salta todas las recomendaciones de la doctora, y lo pone al límite en tantas ocasiones que cualquier persona en ese estado hubiera terminado hospitalizada. Resuelve el caso a su manera, atando cabos, y guarda un secreto más en ese baúl que ya se esta haciendo pesado, pero en este caso la satisfacción es doble porque ha logrado apaciguar su alma.
Sin duda es una buena novela, a pesar de no ser dinámica se disfruta paso a paso y ese final es un gran colofón. Seguro que leo algo más del autor, aunque en casa no tengo más novelas suyas, pero una vez descubierto sin duda lo voy a tener en cuenta.
Y tú la has leído? Me recomiendas otra novela?
RetosCruce de Caminos: negra y criminal: 8/1025 novelas de misterio y suspense12 meses doce librosMes temático: novela negra, policíaca y de misterio