Sinopsis: (Traducción personal)
Un fascinante y apasionante romance entre una dama viuda y un escocés fugitivo, que puede tener conexiones con una de las familias más nobles de Londres.
Lady Merritt Sterling, una joven viuda de carácter fuerte que dirige la compañía naviera de su difunto esposo, sabe que la sociedad londinense se muere por atraparla en un escándalo. Hasta ahora, ha sido demasiado inteligente para proporcionarles uno. Pero entonces conoce a Keir MacRae, un rudo y fuerte escocés destilador de whisky, y todos sus sensatos planes se esfuman. No podrían ser más diferentes, pero su atracción es poderosa, pura e irresistible.
Desde el momento en el que Keir MacRae llega a Londres, tiene dos objetivos. Primero, no enamorarse de la deslumbrante Lady Merritt Sterling. Segundo: evitar que le maten.
Hasta ahora, ninguno de los dos va bien.
Keir no sabe por qué alguien quiere su muerte, hasta que el destino revela su secreta conexión con una de las familias más poderosas de Inglaterra. Su mundo se tambalea y en la única persona en la que confía es en Merritt. Su pasión arde con una intensidad que Merritt nunca había conocido, y provoca que desee lo único que no puede tener de Keir MacRae: un futuro. A medida que el peligro se acerca, ella hará lo que sea necesario para salvar al hombre que ama. . . incluso sabiendo que podría ser el diablo disfrazado.
Opinión personal:
«Los Ravenels se encuentran con los Wallflowers» reza la portada. Y esas breves escenas han sido lo que más he disfrutado.
Creo que todas las que lo hemos leído coincidimos en que no sabemos por qué forma parte de la serie Ravenel. De «Ravenel» tiene bien poco, apenas aparece uno de los personajes de la serie y nombran a otro, pero poco más. Seguro que se trata de una novela puente, o es lo que se puede suponer, entre esta serie y lo que podría ser una nueva serie —de la que me suena que la autora ya ha hablado en alguna entrevista— de los hijos de las parejas de la serie Wallflowers.
Con Lady Merritt Sterling repite con viuda, algo que da mucho juego para escenas subidas de tono. Una mujer decidida que no ha dudado en meterse de lleno en la dirección de la naviera de su difunto marido, ayudada por su hermano menor, del que supongo que no tardaremos en tener historia. Quizás esté equivocada, pero la sensación que he tenido es que su vida ha sido triste, fiel reflejo de lo que serían muchos matrimonios de la época; sin chispa, sin ilusión, simplemente dejando pasar los días, pero no sabemos mucho, tan solo un gran sinsabor con el que se ha acostumbrado a vivir y del que no he terminado de entender muy bien la necesidad de dejar constancia.
Keir MacRae es un escocés grandullón y encantador. Como muchos de los protagonistas de Kleypas, dice frases preciosas, de las que te hacen suspirar cuando las encuentras. Pero, a parte de eso, no he encontrado mucho más que a un hombre guapísimo y dulce. Sí, gusta mucho, pero me ha faltado mucho para diferenciarlo de tantos otros escoceses cliché.
Personajes sin gran desarrollo, de los que se explica poco, apenas un esbozo en las primeras escenas y, después, no vuelven a aparecer en su entorno habitual y que los hacía un poco destacables. Lo único que puedo remarcar es que él sea escocés.
En cuanto a su relación, las chispas brotan desde el momento uno. Un instalust, nada que objetar si después me desarrollas el romance. Pero nos hemos de creer, como un salto de fe, que en diez días ambos están enamoradísimos sin que apenas se hayan visto en «circunstancias especiales» que no dejan de ser poco propicias para el brotar de sentimientos, al menos por parte de él, y las pocas palabras que se intercambian.
Del romance poco más se puede decir, te informan y te lo crees. Me han faltado diálogos, no hay conflicto y es un tema que queda cerrado de forma apresurada y mucho antes de que finalice la novela, como si la autora se hubiera quedado sin ideas. Quizás me sale la vena exigente, pero justo leo romántica porque me interesa y disfruto de leer sobre ese romance y si se intercala un tema secundario, como en este caso, con el supuesto suspense de quién hay detrás de MacRae, entiendo que ese tema ha de ser interesante. A mí no me lo ha parecido en absoluto.
Podría ser el gran misterio, la persona que, tal como se explica en la sinopsis, quiere matar al fornido escocés, pero es algo que tal como empieza se termina, sin más, sin plantear ningún tipo de curiosidad, sin momentos de tensión.
Y sobre la cuestión que no se puede nombrar, pues no me quiero aventurar mucho en dicho «tema» ya que no sé si todavía queda alguien que no haya leído sobre ello —no tengo muy claro si la intención de la autora es que sea un gran secreto a voces; está claro que no se ha tomado muchas molestias en ocultarlo. Por mi parte, ni me ha molestado ni me ha afectado. El problema es que no le veo la necesidad y algunas de las escenas me han resultado de lo más inverosímiles.
Todo parece girar en torno a Keir, su pasado y su presente y los personajes que aparecen en la historia y tienen relación con esos temas. Su relación con Merrit es algo totalmente secundario y, quizás por eso, la autora no le da el protagonismo que se merece. Secundarios que han desviado mi atención, soy la primera a la que los ojos le han hecho chiribitas cuando han aparecido Lilly y Marcus, aunque también me he quedado un poco ojiplática con la naturalidad con la que ciertas cosas se aceptan, incluso viniendo de quien vienen. Y estoy muy segura de que otras lectoras habrán saltado de alegría con la vuelta al ruedo de otro gran personaje suyo, pero no creo que tenga que ser a costa de la pareja. Eso es un problema de base.
En su conjunto «Devil in disguise» no deja de ser una lectura entretenida, Lisa Kleypas es una gran profesional, eso es algo que no se puede negar. Pero me ha parecido una novela muy cómoda, con una trama con algunas aventuras que no tienen mayor secreto, un misterio inexistente y unos personajes que me han dejado bastante fría. Como fan incondicional de Lisa Kleypas, esta novela no me ha terminado de convencer y me da mucho miedo que se haya quedado sin ganas de escribir histórica.
Lisa Kleypas es una de las grandes de la romántica histórica, de las pocas que leo todo lo que publican y me anticipo a hacerlo en inglés, me pueden las ansias; aunque, últimamente no todo cumple mis altas expectativas (traicioneras siempre). Con ello quiero decir que sus novelas son muy recomendables, entretienen siempre y son más aconsejables que muchas otras. No quiero que mi baja puntuación se interprete como lo contrario, simplemente creo que, tras toda su larga trayectoria, se puede esperar una novela más arriesgada y original que esta. De ahí mi nota. La misma historia escrita por otra autora, se habría llevado más nota. Creo que puede ofrecer un libro mucho mejor y —esto es una opinión totalmente personal— me queda la rara sensación de que no disfruta con sus historias y, por eso, en vez de construir personajes a los que nos tiene acostumbradas, se sirve de la aparición de sus personajes más icónicos. Es algo que me ilusiona, me da rabia y miedo al mismo tiempo.
Datos de interés: Ficha de la novela - Ficha de la autora - Web de la autora
Pepa