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Si tenemos devoción –fe total y dedicación a nuestro sendero espiritual- nuestra determinación naturalmente construirá momentum. Se nos presentarán menos y menos obstáculos. Nuestro sendero se vuelve como uno torcido hecho recto. No importa qué trate de alejarnos de nuestro propósito, no seremos desalentados.
La adecuada devoción no se halla simplemente en seguir de cabeza un curso. También requiere fortaleza. Nuestros cuerpos, nuestros corazones y nuestros espíritus deben estar totalmente concentrados en lo que queremos. Sólo uniendo todos nuestros elementos internos podemos tener devoción plena.Si vemos nuestro sendero con claridad y nuestra personalidad está completamente unificada, no hay distinción entre el mundo externo y el interno. Ya nada es remoto, nada está no abierto a nosotros. Por eso se dice que el mundo es como un solo punto: Tan fuerte es la devoción que no hay nada que no sea parte de él.La meditación de hoy para el hemisferio norte es la #185, Llama
#185 Llama
Entra a la caverna con sus
Muros de hebras enredadas.Encuentra la llama vivaQue arde en la sangre.El cerebro es un objeto físico que genera energía mental. Es una maraña de hebras, una incognoscible, densa red. Es una masa de emociones, memorias, instintos, reacciones y pensamientos. Cualquier cosa que llegue a su ámbito de consciencia es canalizada a través de su oscuro núcleo. La energía chispea atravesándolo más rápido que el rayo, pero aún así, hay muchas áreas que yacen inactivas, sin usar, casi petrificadas con la edad.
Los métodos que traten a la mente sólo como un cerebro serán siempre limitados. Enfrentar la vida sólo mediante facultades físicas fallará siempre en alcanzar las respuestas últimas. Sólo encendiendo un fuego vivo dentro nuestro podemos bailar lo suficientemente rápido y espontáneamente para alcanzar el ritmo de la vida.
VivirTao