Revista Espiritualidad
DEVOCIONALES CRISTIANOS, nos ofrece todos los días, si te suscribes una buena forma de mejorar como personas, poder llegar a ser verdaderos Hijos de Dios.
Hoy recibí en mi correo electrónico un artículo muy interesante e importante para todo el mundo, pero especialmente para la gente joven, que tan inclinada, fascinada y atraida se siente por cirugías plásticas, y toda la remodelación del cuerpo del que tanto se reniega, unas veces por la nariz, otras el pecho, otras el vello, y así un suma y sigue de cuestiones que siendo naturales se eliminan sin más contemplación.
Dios nos dió un cuerpo para cuidarlo, no para eliminarlo o moldearlo a nuestro antojo:
“¡Ay de aquel que discute con su Hacedor!… El barro no le pregunta al alfarero: “¿Qué es lo que haces?…” (Isaías 45:9 RVC)
Recogido del artículo de hoy: Somos más que vencedores. Parte 1-
Reflexión:
Sabemos aceptar lo que Dios, El Padre Creador nos regaló?
Tenemos derecho a cuestionar nuestro cuerpo con el desprecio que se hace habitualmente?
Nos preocupamos del cuerpo espiritual con la misma intensidad?
Nos esforzamos por mejorar nuestro corazón, nuestras relaciones con el Cielo, y con lo que hay en la Tierra?
Para que tanta transformación de la apariencia?
Jesús nos dijo que construyesemos tesoros en el Cielo, donde la polilla no llega, y sin embargo hay un afán, desmesurado incluso, por crearlos en la Tierra.
La felicidad la produce el espíritu, un corazón sano, lleno de amor, no un cuerpo escultural y artificial.