La CruzLa Cruz fue concebida por mí para ser leída en la sesión religiosa extraordinaria que se celebró en el Liceo Artístico y Literario de Madrid, en la noche del 3 de abril de 1849. Curiosamente el lunes santo pasado, se cumplieron exactamente ciento sesenta y tres años del famoso acontecimiento. El público asistente, electrizado por la fuerza interpretativa que puse en aquella lectura, y a pesar del recogimiento por la Semana Santa, me ofreció la mayor ovación jamás escuchada en el famoso recinto madrileño... Algún que otro poeta presente en aquel salón, se dejo los guantes de tanto aplaudir. La prensa al día siguiente se hacía eco de la noticia, el poema me elevó, entonces, a la cúspide del parnaso español.