Revista Cine
Título original: Devoured
Año: 2012
Duración: 92 min.
País: Estados Unidos
Director: Greg Olliver
Guión: Marc Landau
Música: Carly Paradis
Fotografía: Lyle Vincent
Reparto: Marta Milans, Kara Jackson, Bruno Gioiello, Tyler Hollinger, Sal Rendino, David Conley, Roland Max, James Thomas Bligh, Amy Landon, Allen Enlow
¡Cuidado con las aguas quietas!
Como cinéfilo existe cierto ritual o eucaristía por llamarlo de algún modo, y todo comienza cuando se enciende la luz que se proyecta. Tengo ciertas debilidades o filias, pero me gusta básicamente que me mientan y que lo hagan bien. No quiero fuegos artificiales, ni un exceso de estímulos, me basta con una historia sencilla y bien contada. Y eso es lo que encontramos en el film de Greg Olliver. Del cual por motivos que no viene al caso desconozco sus otros trabajos, pero en parte me alegro de haberlo descubierto.
Decir palabras como “sencillo” o “simple” parecería hasta en cierto modo peyorativo, pero no nos equivoquemos. El trabajo sencillo pasa a ser el más complicado, conseguir cierta la naturalidad en el mundo del cine y ser sutil es algo que escasea. No olvidemos a Clarice Lispector cuando nos decía “Que nadie se engañe, sólo consigo la simplicidad a través de mucho trabajo”.
Pero centrémonos en la película, es una historia sencilla, además con personajes reales o de a pie por decirlo de algún modo. Lo cual es difícil encontrar, sólo parecen pasarle cosas a los científicos, escritores, como si el resto fuera inexistente. Es la historia de una inmigrante centroamericana que busca una oportunidad para ayudar a su familia. Trabajando en un restaurante haciendo la limpieza. Hasta el momento todo parece normal, pero comienzan a sucederlas cosas de forma pausada y casi desapercibidas, con cierta sutileza que se va entendiendo a medida que pasa la película. Como si fuese una sinfonía en un “In crescendo” constante, manteniendo un ritmo continuo y lineal, hasta que llega el final lleno de estruendo. Y todos los elementos se compenetran.
Un guion a cargo de Marc Landau sin sobresaltos y estructurado, en la cual los personajes van evolucionando. No existen ni héroes, ni villanos. Todo se va desarrollando a medida que transcurre la historia. Lo cual hace que el film sea mucho más cercano y real. No es pirotecnia, ni tampoco intelectualismos, hasta incluso cierta verdad cruda y dura. Las actuaciones muy correctas, todo en su conjunto es armónico a pesar del futuro caos que se aproxima. Cabe destacar que Marta Milans fue premiada como Mejor Actriz en la última edición del TerrorMolins 2012.
El trabajo técnico es correcto y la fotografía de Lyle Vincent es, por momentos, bastante curiosa. Refleja con brillantez los momentos oníricos en contraste con el oscuro habitual de la cinta, de esta manera genera un ambiente más adecuado. Hay que tener en cuenta que la trama transcurre en gran parte de noche. La música de Carly Paradis es la justa y necesaria, casi no se abusa de ella, lo que muchas veces se agradece.
Así que a continuar disfrutando del buen cine y por supuesto seguir al Sr. Greg Olliver a ver con que nos sigue sorprendiendo y agradecer el buen estado de salud en que se encuentra, y estar abiertos a nuevas experiencias, sin ideas preconcebidas.
Firma: Pablo Bravo.