La dexametasona intravenosa en dosis bajas reduce el tiempo de hospitalización cuando se la agrega a la antibioticoterapia en pacientes con neumonía extrahospitalaria. Los corticoides son inhibidores muy potentes de la inflamación. Desactivan genes que codifican las citocinas proinflamatorias y activan genes que codifican las citocinas antiinflamatorias. El tratamiento con dosis bajas de corticoides inhibe la transcripción de citocinas proinflamatorias. Esto previene la respuesta prolongada de las citocinas y podría acelerar la resolución de la inflamación sistémica y pulmonar en la fase temprana de la neumonía extrahospitalaria.Los autores postularon que el tratamiento complementario de la neumonía extrahospitalaria con dexametasona intravenosa podría cambiar la respuesta inmunitaria y por lo tanto disminuir la morbilidad y el tiempo de hospitalización. Tratamiento En los primeros 4 días de hospitalización se observó mayor disminución de las concentraciones de proteína C-reactiva e interleucina-6 en el grupo dexametasona que en el grupo placebo. La disminución de la interleucina-10 fue similar en ambos grupos. En el día 10, las concentraciones de proteína C-reactiva fueron levemente mayores en el grupo dexametasona que en el grupo placebo. Estos datos apoyan la hipótesis de que la administración preocz de dexametasona cambia la respuesta inmunitaria y reduce así el tiempo de hospitalización en pacientes con neumonía extrahospitalaria. Esta regulación se muestra en el rápido regreso a las concentraciones normales de proteína C-reactiva e interleucina-6 observado en el grupo dexametasona.
IntroducciónLas bases del tratamiento de la neumonía extrahospitalaria son el diagnóstico precoz y la iniciación de la antibioticoterapia apropiada. A pesar de medidas preventivas como la vacunación y de los adelantos en el tratamiento con antibióticos, la neumonía extrahospitalaria tiene altas tasas de morbimortalidad. El tratamiento complementario con dexametasona podría contribuir a disminuir su gravedad.En la neumonía extrahospitalaria, las citocinas pulmonares producidas localmente son necesarias para controlar y eliminar la infección primaria. Sin embargo, la respuesta inflamatoria sistémica puede producir disfunción orgánica. Por ello, la respuesta de citocinas debe ser equilibrada: suficiente para controlar la infección local, pero no excesiva, a fin de prevenir efectos sistémicos.
MétodosTipo de estudio y pacientesEstudio doble ciego controlado por placebo, en el que participaron pacientes de 18 años o más con neumonía extrahospitalaria que consultaron al servicio de urgencias de dos hospitales en los Países Bajos. El diagnóstico de neumonía se confirmó al hallar un infiltrado pulmonar nuevo en la radiografía de tórax junto con por lo menos dos de los siguientes criterios: tos productiva, temperatura mayor de 38°C o menor de 35°C, auscultación compatible con neumonía, proteína C-reactiva mayor de 15 mg/l, leucocitos > 10 X109/l o < 4 X109/l o más del 10% de cayados en el recuento diferencial.
ResultadosEntre noviembre de 2007 y septiembre de 2010, se reclutaron 304 pacientes y se asignó aleatoriamente a 153 al grupo placebo y a 151 al grupo dexametasona. De los 304 pacientes reclutados, 143 (47%) sufrían neumonía grave (79 [52%] pacientes en el grupo dexametasona y 64 [42%] en el grupo placebo). La mediana del tiempo de hospitalización fue de 6,5 días en el grupo dexametasona y de 7,5 días en el grupo placebo (IC del 95% de diferencia en las medianas 0-2 días; P = 0,048). La mortalidad intrahospitalaria y los episodios adversos graves fueron infrecuentes, con tasas semejantes en ambos grupos, aunque 67 (44%) de 151 pacientes en el grupo dexametasona sufrieron hiperglucemia, mientras que esto sucedió en 35 (23%) de 153 pacientes del grupo placebo (P < 0,0001). Se determinó la bacteriología de la neumonía en 168 (55%) de 304 pacientes. Los gérmenes más frecuentes fueron Streptococcus pneumoniae, Coxiella burnetii, Chlamydophila spp y Legionella spp. Su distribución fue similar en ambos grupos.Con respecto a los criterios de valoración secundarios, la mortalidad hospitalaria y las tasas de ingreso a unidades de cuidados intensivos fueron semejantes en ambos grupos. Las tasas de derrame pleural o de empiema fueron menores del 5% en ambos grupos, sin diferencias significativas. Siete pacientes en ambos grupos fueron rehospitalizados dentro de los 30 días del alta.
Dres. Meijvis S., Hardeman H., Remmelts H.