Dexter, una serie basada en el primero de los ocho libros escritos por Jeff Lindsay sobre la persona de Dexter y titulado “Darkly dreaming Dexter” traducido al español como “El oscuro pasajero”, se convirtió hace unos años en una de las series más punteras del panorama televisivo, y podemos decir, mundial. Sin embargo, y como suele suceder con muchas de las series de éxito que se estrenan cada año, la dilatación en el tiempo de los capítulos, en numerosos casos sin sentido, hizo que el final de la misma resultase bastante decepcionante para un gran número de espectadores, y en mi opinión, con razón.
Así pues, la primera temporada comenzó con una trama más que interesante, un argumento donde se mezclaban asesinos y policías con temas familiares, lo que provocaba una gran sensación de intriga al espectador, algo que gusta, y mucho, entre la audiencia. Resultaba una serie novedosa, a la cual no se le parecía ninguna de las que se habían estrenado hasta la fecha. Una sucesión de capítulos donde la trama principal, la que corresponde a los sucesos que ocurren entre los personajes principales se mantenía en el tiempo, pero donde cada episodio representa un caso distinto relacionado con el protagonista (no me gusta decir más al respecto por si alguien no la ha visto y lo quiere hacer).
La segunda y tercera temporada mantuvieron la expectación del principio, y aunque los capítulos no cambiaron el guión, y en numerosos casos el espectador ya sabia lo que iba a suceder, los guionistas consiguieron mantener a la audiencia, debido sobre todo, al transcurso de la trama principal, en mi opinión, muy bien desarrollada por los escritores de la misma.
Durante la cuarta temporada, para mí y para muchas de las personas con las que he hablado sobre la serie, llegó el cenit de la misma. Una secuencia de capítulos esplendida, superando el siguiente al anterior, y con un final más que memorable, difícil de olvidar, por no decir imposible, y que, en mi opinión, se puede catalogar como uno de los mejores finales de temporada de la historia de las series.
Por último, quiero resaltar que para mí, la serie acabó en ese último capítulo de la cuarta temporada. A partir de este momento la serie comenzó a flojear, era complicado superar la temporada anterior. Pero, la serie dejó de tener ese carisma del principio, que la hacia tan distinta. A pesar de ello, la audiencia no la dejó de lado, e incluso, y según los datos, aumentó. Empero, y como ya he dicho con anterioridad, si la serie hubiese acabado en la cuarta temporada, hubiese sido una serie sublime. El resto de temporadas hasta el final, están bien, pero no llegan al nivel del principio, ni por asomo.