Mi día 1 de #30DiasEnBici empieza con madrugón. Algo me ha sacado del pacífico sueño y me empuja a vestirme y salir a pedalear a las 8:00AM. El primer destino es rendir respeto al Monstruo del Espagueti Volador y agasajarle con un óbolo para que nos proteja de todo mal con Sus Apéndices Tallarinescos sin inicio ni final y que de su Enredo caótico salga un abril gloriosamente ciclista.
Y después, con la satisfacción del deber cumplido, me he ido a comprar unos croissants para desayunar en casita. Ya la tarde ha traído más alegres pedaladas, encuentros con amigos y libaciones de espirituosas bebidas para prevenir la malaria.